Hace algunos días debatía con varios amigos la noticia en la que se divulga que las autoridades Australianas darían muerte a 2 millones de gatos en el año 2020 ya que los gatos se han convertido en una especie de plaga que amenaza con acabar la diversidad de especies endémicas de la región.
No imagine el alcance que la misma tendría (tomando en cuenta que quienes participábamos en la conversación somos todos proteccionistas y defensores de los derechos de los animales) obviamente mi forma de hablar sobre dicha noticia fue en señal de mi molestia y clara consternación ante tal medida.
Las reacciones fueron diversas, por un lado hay quienes comparten conmigo la indignación y la impotencia, pero por desgracia hay a quienes les parece una medida “justa” en pro de la vida de las especies amenazadas.
Si bien los gatos no forman parte de las especies endémicas del continente, hay un claro responsable de su introducción al mismo. Los seres humanos nos hemos encargado de manejar a nuestro antojo todo tipo de vida sobre el planeta, por supuesto a nuestra conveniencia, es así como hemos llevado a la extinción a muchísimas especies, y al borde de la extinción a otras tantas.
Para nadie es secreto el desarrollo que se vive en el continente Australiano, así como el crecimiento en actividades mineras, lo cual ha generado una gran devastación en la vegetación, tala de árboles y alteración del hábitat de las especies propias, llevando así a dificultades reproductivas y de permanencia…
Es lógico pensar que pueden estar utilizando a los gatos como una simple cortina de humo para justificar el declive de su fauna, generado realmente por la acción del hombre, es más fácil señalar como único responsable a criaturas fáciles de exterminar y así dar ante el mundo la imagen de “proteger” a sus criaturas endémicas mientras la realidad es otra.
Si analizamos usando la razón mas que el corazón, claramente encontraremos bases suficientes que nos hagan señalar como responsables de las grandes catástrofes mundiales a la codicia, avaricia y hambre de poder de los seres humanos.
Por eones las especies se han integrado, adaptado y logrado la supervivencia sin la interferencia de los seres humanos.
No podemos justificar una acción que lleve a la matanza de seres inocentes solo por considerar que representan un peligro a la vida de otros seres también inocentes de las acciones tomadas por los hombres y mujeres en su afán de control sobre las especies.
Hasta donde llegara la justificación de la muerte como única vía para enmendar los errores y desaciertos de las acciones humanas? Talamos árboles, quemamos su hábitat, invadimos sus extensas llanuras y luego los señalamos como culpables y tomamos derechos de acabar con su vida.
En una época en la que estamos abiertos a expandir nuestra conciencia, ¿por qué no expandimos también nuestra capacidad de amar y tomar decisiones desde el amor y no desde la ambición?
A veces solo quisiera saber que quienes estamos en ese camino somos mayoría y que algún día veremos realizado el sueño de un mundo mas justo para todos.
Buenas tardes, me parece interesante el enfoque, pero me viene la pregunta ¿Que hacer entonces? la cuestión seria cual es la solución, dejamos a los felinos a sus anchas ? se debe tratar de dar una posible solución, para que las autoridades simplemente no digan que los “expertos”, vaya uno a saber quienes son dieron esa solución, buscar que la sociedad de ese Pais reaccione antes de que sea demasiado tarde para la población de gatos que quieren disminuir a todo trance, y sin darle la oportunidad que estos se merecen.
Hola Sebas, gracias por tu comentario. En muchos países del mundo la esterilización de animales en estado de abandono ha logrado controlar la población de los mismos, obviamente en el caso que nos ocupa la realidad es un poco diferente ya que la población felina en el continente ha crecido sin ningún tipo de control. Si bien es cierto que los gatos son cazadores por naturaleza, también es cierto que no son los únicos responsables de diezmar la cantidad de fauna autóctona. Como señalo en mi artículo, los seres humanos son los responsables de su introducción al continente y medidas de control como la captura y esterilización de los gatos hace muchos años pudo contribuir a tiempo a un control de su población.
Ciertamente los seres humanos tomamos el camino fácil, en este caso el asesinato cruel de estos animales. La sociedad australiana y la del mundo entero debe reaccionar y alzar su voz ante estos abominables hechos y recalcar como la industria minera y el desarrollo de la ganadería están generando un impacto real y mucho más perjudicial que los felinos, las especies bien pueden transitar un camino de adaptación y supervivencia sin la intervención de los seres humanos.