Los niños de las estrellas: Índigo, Cristal y Arcoíris. Su elevada vibración y evolución espiritual

En la última década una oleada de nacimientos de niños con características especiales se ha venido suscitando. Somos testigos de como pequeños niños desarrollan una fantástica comprensión de los temas espirituales y llegan a niveles superiores de empatía. Expertos aseguran que se trata de una nueva oleada de almas que ha llegado al planeta tierra con la intención de sanar y elevar la vibración espiritual de la humanidad. Dotados de grandes dones intelectuales y espirituales cada vez es más frecuente encontrarnos con estos especiales infantes.

Generalmente los niños estelares sufren de acoso escolar y de escasa comprensión paterna, ante la vista de algunos son señalados de inadaptados o con problemas de “respeto” a la autoridad. No se ajustan a la población en general, no forman parte del rebaño y a medida que crecen su conciencia sigue despierta, huyendo completamente de la dominación de los egos y rehusando a dormir su esencia.

A estos niños de las estrellas se les conoce como niños índigo, cristal o arcoíris, principalmente por el color de su aura y patrones energéticos. Han llegado al planeta tierra en las últimas cuatro décadas, y siguen llegando, probablemente de padres especiales igual que ellos. Lo cierto es que cuando conoces a un niño de las estrellas tu vida cambia para siempre, su vibración espiritual te sobrepasa…

Niños índigo

Se estima que la mayor parte de estos niños llego al planeta entre 1.970 y 1.995. Su aura es de color añil, son creativos y con capacidades psíquicas aumentadas. Son sensibles, intuitivos y saben reconocer la deshonestidad y la mentira. Son muy inteligentes, directos y se frustran ante la rutina o leyes o reglamentos por lo que generalmente serán señalados de rebeldes.

Por su gran capacidad creativa pueden parecer inquietos en exceso, por esta razón es importante ayudarlos a desarrollar sus dones en el arte, la música, la escritura e incluso algún deporte de su elección. Son líderes por naturaleza, almas sabias que llegaron al planeta con la intención de cooperar a la formación de sociedades justas y honestas.

Niños Cristal

Conocidos como los “pacificadores”, amantes de los animales, las plantas y la naturaleza en general. Tienen dotes de telepatía, leen la mente y captan las energías de las personas con facilidad. Por lo general estos niños desarrollan su lenguaje verbal a partir de los 3 o 4 años.

Los niños cristal comprenden la espiritualidad y desarrollan capacidades de autosanación con facilidad; son increiblemente sensibles para conocer el corazón de las personas. No encajan en la llamada “normalidad”  No es casual que a medida que ha aumentado el número de nacimientos de niños con capacidades poco comunes se este incrementando también los “diagnósticos” de autismo por parte de los profesionales de la salud.

Niños Arcoíris

Nacidos desde el año 2.000, son considerados la tercera oleada de nacimiento de niños especiales que ayudaran a la evolución espiritual de la humanidad, son niños alegres y sonrientes; esa es su principal diferencia con los niños índigo y cristal. Los niños arcoíris están dotados de una gran capacidad de perdón, son felices por naturaleza y transmiten alegría a todo lo que los rodea.

Son naturalmente psíquicos, por lo que desarrollan facultades de canalización; son altamente creativos y se considera que serán los constructores de un nuevo mundo.

La necesidad de formación en valores de respeto a la vida vienen en estos niños estelares de manera natural y fluida, en ellos el desarrollo espiritual y la consciencia esta desarrollada desde antes de su nacimiento.

Es frecuente que los adultos, moldeados por un sistema de creencias muy diferente al que de manera natural fluye en estos niños, los etiqueten de anormales, raros y diferentes.

Lo cierto es que debemos aceptar que estamos cada vez más cerca del renacimiento de una nueva humanidad y somos nosotros los adultos los que estamos llamados a comprenderlo, deslastrandonos de todo lo que considerabamos “cierto” y abriendo nuestras conciencias y corazones a una realidad diferente.

Aprendamos de nuestros niños de las estrellas todo lo que vienen a enseñarnos.

 

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