El movimiento Yayoflauta

El movimiento Yayoflautas es creado a partir de una necesidad esencial del ser humano que es hacer oír su voz. En medio de esta maraña de injusticias sociales donde aparentemente los más afectados por la crisis son las personas en situación de desempleo o los jóvenes con carrera y sin la oportunidad de una primera salida profesional, surge el movimiento de aquellos padres jubilados o abuelos que, a veces con escasos recursos, han tenido que costear los gastos de sus hijos y nietos. Surge de la rabia y el agravio tras años de trabajo y esfuerzo para poder dar una educación a sus hijos, que en algunos casos ellos no tuvieron y en la posición pasiva en la que les sitúan varios estamentos a la hora de exigir derechos.

Muchos de ellos comienzan su acción en la dictadura, por aquellos tiempos les llamaban “rojos”, “comunistas” o “gentes de ideas” para los menos osados. Pasaron su juventud en cárceles, comisarías y muchos de ellos fueron torturados. Los “yayoflautas de ahora fueron los jóvenes de la dictadura, pasaron una juventud de represión y en la democracia una vida de trabajo en un sistema muy competitivo, pero en la que fueron afianzando unos derechos similares a países vecinos, aunque con marcadas diferencias salariales (entre un 30% y un 70% menos) y Servicios Sociales.

Ahora respiran un sentimiento de “todo o nada” “ ya no hay nada que perder”:” Si acusan a nuestros nietos de ser “perroflautas” nosotros somos los “yayoflautas”… con esta reivindicación se creó el movimiento, formado por 17 jubilados catalanes tras el 15-M, muchos de ellos antiguos sindicalistas y vinculados al Partido Comunista . Hoy son más de 1.100 en toda España y no se callan ante las injusticias. Con el paso del tiempo las ideas se han ido ampliando así como sus integrantes.
Están presentes en las redes sociales y han despertado la conciencia más allá de nuestras fronteras, como el caso de Alemania, en ciudades como Colonia y Berlín. La imagen de Los Yayoflutas ocupando pacíficamente Consulados como el de Alemania, La Bolsa de Barcelona, un autobus urbano o una sede del Banco Santander ha dado la vuelta al mundo. La democracia debe cambiar para acercarse más a los ciudadanos, con esta filosofía se pretende implantar un modelo diferente de gobierno en la que los ciudadanos sean partícipes de los cambios a través de las redes sociales y no sólo cada 4 años en las urnas. Se podría denominar “Democracia 4.0”.

El trasfondo del movimiento viene a hacer un llamamiento no sólo al gobierno sobre las políticas injustas en cuanto a recortes en Sanidad, Educación y Servicios Sociales, sino a esa perpetua lucha de quién se siente útil y responsable de su entorno y se le aparta como un “trasto viejo”. Muchos de ellos han renacido de las cenizas de la ociosidad para entregarse a una causa que les rejuvenece y les otorga el poder de crear conciencia en una sociedad por la que tanto han luchado antaño y que ahora ven desmoronarse.
El movimiento se estructura en asambleas, donde se organizan acciones reivindicativas, para ello se convoca a los que están inscritos en el “censo” de los “yayoflautas”, pero siempre acaban apareciendo muchos más. Hasta ahora más de 30 acciones, desde el 27 de octubre del 2011, avalan su solidez como movimiento y dejan patente un lema: “Hemos venido para quedarnos”.

Se encuentran en Barcelona, Madrid, Valencia, Castellón, Córdoba, Granada, Mallorca, Moncada, Murcia, Sabadell, Sevilla. Y su manifiesto deja claro:

BASTA DE ESPECULACIÓN. NO A LA SOCIALIZACIÓN DE LAS PÉRDIDAS. RESCATE PARA LA CIUDADANÍA Y NO PARA LOS BANCOS. BASTA DE RECORTES! NO A LA PRIVATIZACIÓN! ESTA DEUDA NO LA PAGAMOS!

NI UN DESAHUCIO MÁS. DACIÓN EN PAGO RETROACTIVA YA!. GARANTÍA PARA EL DERECHO A LA VIVIENDA. NO SE ENTIENDE, GENTE SIN CASAS Y CASAS SIN GENTE!

QUEREMOS UNA ECONOMÍA AL SERVICIO DE LAS PERSONAS!   BASTA DE FRAUDE FISCAL DE LOS RICOS! POR UNA FISCALIDAD JUSTA!

Una línea que los diferencia del 15M es que sus acciones son mantenidas en secreto hasta el momento de realizarlas para jugar con el factor sorpresa.Muchos de ellos están curtidos en la lucha “antifranquista”, por lo tanto conocedores de estratégias y que su postura pacifista hasta ahora no ha permitido desplegar, aunque no se descartan para futuras intervenciones. El límite está cerca.

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