Sebas hace 4 años, 9 meses-
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Con frecuencia llevamos una vida agitada entre mil cosas que hacer. La escuela, el trabajo, los compromisos familiares entre otras muchas cosas.
Nos hemos enfocado tanto en sobrevivir en este mundo cada vez más complicado que nos hemos olvidado de VIVIR.
A menudo le pregunto a mis amigos: ¿eres libre?, sonríen y de forma inmediata responden: claro!!! No estoy preso, a lo que siempre todos respondemos a carcajadas. Hace algunos días fui un poco más allá y coloque en mi estado de WhatsApp la pregunta: ¿Te consideras un ser libre? y luego añadí: ¿Qué te hace pensar que eres libre?
Transcurrían las horas y seguía sin obtener respuesta alguna, hasta que una buena amiga me escribió: Pensé responderte que sí, que soy libre hasta que leí la otra pregunta y me deprimió… Claramente ella había captado el mensaje y la intención de mis preguntas.
Muchas veces confundimos la palabra libertad con el simple hecho de poder trasladarnos de un sitio a otro y pocas veces vamos más allá y buscamos la profundidad de esa palabra.La mayor cárcel está en nuestra propia mente, somos nosotros los que no queremos DESPERTAR, los que no aceptamos nuestro potencial, cuantas veces nos hemos boicoteado a nosotros mismos dudando de nuestras capacidades, cuantas veces iniciamos un proyecto que nos apasiona pero el ego y la cotidianidad nos alejan de él.
El sistema nos ha llevado a sobrevivir y no a vivir, a ser automatizados y a perder la humanidad, a cumplir con estándares y a ser sumisos. Que caro se paga el perder la libertad…
La libertad más preciada reside dentro de nosotros mismos, debemos ser arriesgados, rebeldes, no callar nuestra voz bajo el yugo de complacer por un simple mandato social. Tenemos que ser capaces de luchar por nuestros sueños al punto en que dejen de ser sueños para ser metas, hacer lo que realmente queremos hacer.
Las aves no nacen volando de una vez, ellas ante un impulso natural se atreven y se lanzan al vacío. Lo que les hace alzar el vuelo.
Les invito a reflexionar y dar su aporte en este tema tan complejo y tan profundo…¿Es libre el ave solo porque tiene alas?
¿Eres tú libre solo por andar sobre dos piernas?
Cuando leí el foro me empezó a dar vueltas en la cabeza como respondería yo ante la pregunta “¿Eres Libre? y ¿Que te hace pensar que lo eres? ” y ante la primera pregunta uno casi de manera automática responde que si, luego cuando te haces a ti mismo la segunda pregunta es que te das cuenta que la respuesta no es tan fácil, y me pregunto ¿porque es tan difícil? y me di cuenta que llevamos una vida diseñada por otros, no llevamos la vida quizás como la queríamos, y por que?, pienso que hay muchos factores que nos llevan a este estilo de vida y son la formación que nos dan desde niño sobre el deber ser. Las religiones parecieran querer decirte como vivir tu vida bajo su control, las grandes empresas de consumo masivo que necesitan trabajadores para que elaboren sus productos en un circulo que los hará productores y consumidores a la vez.
Me puse a pensar que otros factores y me di cuenta que la necesidad de pertenencia de allí los estudios de psicología, sociología entre otras doctrinas se emplean en contra de nosotros mismos buscando las debilidades de nuestras mentes, y nos manipulan desde allí.
Recientemente Leí un libro llamado VENDELE A LA MENTE NO A LA GENTE del autor Jurgen Klaric, en el se describe como utilizando los puntos débiles del cerebro se logra aumentar la cantidad de ventas de cualquier producto, no importa si el consumidor lo quiere o lo necesita, simplemente te hago creer que lo necesitas y tu mente accede a la compra “emocional” como lo llama el autor, analizando esto pienso que en realidad no somos libres como queremos serlo sino que nos hicieron creer que lo somos, así nos hacen vivir una vida que creemos que es la que queremos y sin darnos cuenta no lo es.
Generalmente tomamos decisiones y accedemos a cosas simplemente siguiendo a las “mayorías”, lo que nos convierte en seres altamente manipulables:
En días recientes leí este foro y me pareció interesante la interrogante que se daba, leyendo un libro llamado “El Libro Negro de la Persuasión del Autor Alejandro Llantada, me encontré con la siguiente interrogante que textualmente dice ““¿Los seres humanos somos libres?”. Después de una serie de dimes y diretes y de repasar las filosofías kantiana, estructuralista y otras tantas que no recuerdo, el profesor, mis compañeros y yo llegamos a la conclusión de que no, no somos libres.
Todo el mundo nos influye de cierta forma; es más, existen empresas e instituciones dedicadas específicamente a persuadirnos para realizar algo que no necesariamente queremos hacer. Y si somos sinceros, esta situación no es ajena a nuestro círculo íntimo de influencia personal. Usted, yo y el mundo entero estamos todo el tiempo influyendo y siendo influidos por otros, y no solamente por vendedores, partidos políticos o agencias de publicidad. Cónyuges, niños, sacerdotes, profesores, aplican estos poderosos principios, algunos sin saberlo”
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