Las cualidades de la Divinidad se pueden alcanzar a través del intelecto y su conocimiento. Ese es el sendero que recorren los practicantes del Gñaña Yoga (o Yoga del Conocimiento) para alcanzar el estado de unión, que se describe también como el estado de Yoga.
La búsqueda del conocimiento a través de la introspección, los textos sagrados y la contemplación de la propia naturaleza del individuo que transita este objetivo espiritual, serán las principales herramientas para encontrar en el sí Mismo las características magnánimas de la consciencia superior.
Volvemos a mencionar la palabra “consciencia”, porque esta será el móvil de los practicantes para reconocer la presencia divina en todo lo existente. El Gñana Yogi cultiva su consciencia y discernimiento para vivir desde los lineamientos de la comprensión adecuada de la realidad (que es uno de los fines últimos de la práctica de Yoga).
Para los Gñaña Yogis, la purificación se perfecciona tomando el conocimiento adecuado de la realidad y no sucumbiendo a la ignorancia que nos aleja del reconocimiento de la naturaleza divina que poseemos como individuos, así como todo lo que podemos reconocer con nuestros sentidos (por formar parte del mundo que habitamos).
El intelecto como arma de doble filo
Se dice que el camino del Gñaña Yoga es uno de los más complejos de transitar. Este requiere de una purificación total de nuestra estructura mental para poder percibir con una comprensión adecuada los textos sagrados, así como las cualidades reales de todo lo que nos rodea como practicantes. ¿Cuál será la dificultad del practicante? Discernir cuando percibe su ego o cuando percibe la gran alma dentro de él.
La mente humana se caracteriza por contener traumas, prejuicios y estructuras mentales muy sólidas que se han forjado desde la niñez. El practicante del Gñaña Yoga realiza la práctica con la intención de limpiar esos espacios que están ocupados por percepciones erróneas de la realidad y de su propia naturaleza.
Las bases del Gñaña Yoga también estarán explicadas en el texto sagrado hindú Bhagavad Guita. En sus enseñanzas, hará énfasis en que el seguidor del Gñaña es “el conocedor del campo”. Este tendrá una diferencia del practicante del Karma Yoga que encuentra a la divinidad a través de la acción. Desde el conocimiento de la divinidad, también se accede a su magnificencia.
Como expresamos anteriormente, el practicante del Gñaña Yoga se caracterizará por conocer las cualidades y la naturaleza de Dios a través del estudio, así que su intelecto será el carro para reconocer la inmensidad de Dios e impulsar toda su energía mental hacia el camino de la sabiduría.
Este camino del Yoga no es dualista. Sobre los preceptos del Yoga del Conocimiento está establecido que el alma individual y la gran Alma están compuestas por la misma esencia. Aunque se busca la unión del devoto y la divinidad, no se admitirán diferencias entre ambas cuando el Gñaña Yogi integra la comprensión de las cualidades de Dios en sí mismo.
Caminos para la liberación del ser
Desde el sendero del Yoga del Conocimiento, se establecen los caminos que llevan al ser a su libertad absoluta. Tomando consciencia sobre sus enseñanzas, podemos tener la llave de un camino libre de obstáculos para establecernos en el estado de Yoga o “unión”.
Viveka
Viveka será el primer camino para gozar de la libertad espiritual. Este precepto nos habla del poder del discernimiento para sostenernos en lo real. Sin un discernimiento purificado o entrenado para percibir el objeto tal como es, no seremos capaces de diferenciar entre lo ilusorio y la naturaleza real de lo que nos rodea.
Vairagva
Otro principio liberador que expresa el Gñaña Yoga es Vairagya. Su principio fundamental es desapegarnos del deseo y los apegos materiales que impiden nuestro camino a la realización. Siendo conscientes de los impedimentos que causan los apegos mundanos, se podrá cultivar un desapego consciente.
Shad-Sampar
Este sendero del Gñaña Yoga, por otro lado, nos llevará a cultivar seis virtudes del ser para entrar en el sendero de la sabiduría:
- Dama será el camino del autocontrol.
- Sama nos invitará a cultivar nuestra tranquilidad mental para percibir y percibirnos con claridad.
- Titiksha tendrá que ver con la resistencia para persistir en el camino espiritual a pesar de los retos que enfrentemos.
- Samadhana nos recuerda lo que se ejercita al ser un practicante de Yoga, que es el enfoque de la energía mental de manera provechosa y nutritiva.
- Urarati es el recordatorio de que debemos mantener una actitud calmada y sostenida por la fe ante las dificultades existenciales. Reconociendo la naturaleza impermanente del mundo, podremos mantenernos en lo eterno. Esa acción será la base para mantener esta virtud.
- Shraddha será la virtud de cultivar la fe en nosotros mismos para que sea una herramienta del transitar espiritual.
Mumukshutva
El último camino de liberación que reconoce el Gñaña Yoga será llamado Mumukshutva. Este consistirá en que deseemos profundamente como practicantes liberarnos de la ignorancia, así como anhelar la liberación del propio ser. Cuando identificamos la ignorancia como una cadena pesada que nos impide gozar de la libertad espiritual, el camino del Gñaña Yogi toma el propósito de la liberación para poder prosperar como un ser completo y unido a Dios.
Un camino retador para cualquier Yogi y Yogin
El sendero del conocimiento es reconocido por todos los practicantes del Yoga como un camino arduo de purificación del ser, y sobre todo, de búsqueda para alcanzar las más elevadas verdades de la existencia. Por esa razón, los que se disponen a transitarlo reconocen sus alargados pasos en el camino espiritual.
La principal dificultad es su arma de doble filo: La mente. Para un practicante del Gñaña Yoga, la principal dificultad será tener el discernimiento adecuado para asimilar las verdades eternas y las cualidades de Dios. Habrá que asegurarse que el alma está por encima del ego, y que las barreras de la mente que impedían su comprensión adecuada han sido vencidas.
Comprendemos que este camino tiene como principales tareas la meditación, el estudio de textos sagrados y de sí mismo, y la contemplación de todo lo que existe para alcanzar las cualidades espirituales de la vida y de la naturaleza de Dios. La sabiduría será el don que se cosechará y lo que guiará a otros practicantes que anhelen la cima de la unión con la divinidad.