La descodificación biológica es un sistema terapéutico reciente, propuesto por el doctor Hamer, se fundamenta en el hecho de que la enfermedad es causada por un evento estresante (bio-shock) y una emoción en particular que lo acompaña. Así, el fundamento de esta terapia estaría en determinar cuál ha sido el detonante que ha generado la enfermedad y lograr que el paciente lo exteriorice. En este artículo daremos una mirada a una de las más recientes terapias alternativas con que contamos en Occidente.
¿Qué es la descodificación biológica?
Habría que comenzar por preguntarse: ¿descodificación biológica de qué?, para avanzar luego paso por paso. La descodificación biológica se refiere a la enfermedad, es esta lo que descodifica.
Ahora bien, esta terapia postula que el universo es información y que esta se encuentra codificada. De un modo parecido al que usa el descodificador de señal de la televisión satelital, o de un teléfono inteligente, el ser humano descodifica la información presente en el cosmos y la convierte en una señal comprensible.
Trátese de la ciencia, como la química que traduce en la Tabla periódica de los elementos la información codificada en la materia, o de las matemáticas, cuyo lenguaje simbólico es una traducción de las leyes universales observadas por los físicos; en cualquier caso se trata de un trabajo de descodificación de información universal.
En este sentido, nuestra biología hace lo mismo. Y en efecto, en descodificación biológica, la enfermedad se considera un código, la traducción de un relato hecha por el organismo. De modo que la enfermedad se expresa como síntoma, y se codifica en el hígado, en el pulmón, en una mano, etc.
Hay que tener en cuenta que la descodificación biológica hace énfasis en que la referencia de este tipo de descodificación es la biología, y no otro paradigma. Lo que diferencia a esta terapia alternativa de otras, es que la función de los órganos dentro de la organización del ser vivo y de sus necesidades de adaptación, es lo que da la pauta para realizar la semiología de la enfermedad.
Por ejemplo, cuando un órgano está afectado, el fundamento del diagnóstico es establecer la función biológica de dicho órgano. Si se quiere comprender el sentido de una enfermedad de la piel, las preguntas se referirán a la función de tal órgano. Si se trata de una enfermedad del corazón, se pensará en sus funciones y el diagnóstico se fundamentará siempre en estos elementos fisiológicos.
De los ejemplos anteriores se deduce: la piel es la capa que nos protege del mundo exterior; el pulmón tiene, entre otras, la función de recibir y bombear el oxígeno que necesita el organismo.
Si alguien es agredido, su dermis se vuelve áspera; si una persona es privada de su propio espacio psíquico, el pulmón se dilatará para almacenar reservas; o puede haber un aumento de la hemoglobina de manera que el oxígeno que el pulmón no está generando, la sangre misma lo produce.
Principios de la descodificación biológica
El principio básico de la descodificación biológica es que todo síntoma es, en primer lugar, un mensaje, una información, y en segundo lugar una solución.
Cuando una persona produce un tumor de pulmón, por ejemplo, debe preguntarse cuál es el sentido de este síntoma, ¿Qué utilidad puede tener para el paciente, en términos de disponer de una masa pulmonar mayor?
Es el momento ahora de preguntarse por la función del órgano. En el caso del pulmón se trata de recibir oxígeno y de realizar intercambios de gases.
Si esta persona se encuentra en un entorno pobre en oxígeno, el hecho de desarrollar una masa pulmonar mayor le permitirá recibir la dosis de oxígeno que necesita. Por tanto, este exceso de pulmón tiene una intención positiva.
El lugar del estrés en la enfermedad
El síntoma es una reacción del cuerpo que posee la finalidad de evitar el estrés. Si alguien nos insulta y luego tenemos pérdida de audición, el síntoma permite alejarse de la fuente generadora de este estrés.
Otro ejemplo: si alguien ha estado privado de alimentación puede desarrollar un nódulo en el hígado, que le permitirá dejar de estar expuestos de manera constante al miedo a la falta de alimentos.
Así, la enfermedad es un procedimiento biológico que tiene como finalidad distanciar a la persona del estrés; o, más exactamente, a aliviar el contacto consciente y permanente con un tipo de estrés determinado.
El bio-shock o shock biologizante
Toda enfermedad tiene un momento preciso de nacimiento: un shock. Se trata de un drama localizable, al que se le puede dar fecha y hora, minuto y segundo. En biodescodificación se le llama bio-shock.
Puede tratarse del momento en que una persona firma la demanda de divorcio, o el momento en que una madre se entera de la muerte inesperada del hijo, o esa noche en que la persona se ha encontrado sola en el lecho conyugal por primera vez desde hace años… si el terapeuta sabe cuál fue el momento preciso del comienzo de la enfermedad, tendrá ganada la mitad de la batalla.
Pueden observarse algunas condiciones básicas que hacen que la enfermedad, en el sentido planteado hasta ahora, se genere. Es importante conocer estas situaciones en las que el bio-shock se ha generado para poder emprender una terapia efectiva.
El bio-shock nace en el aislamiento
La descodificación biológica afirma que el bio-shock surge en el aislamiento. Es decir, el hecho que ha generado la enfermedad ha aislado a la persona. Suele suceder que el paciente no haya tenido la oportunidad de hablar de lo que le ha ocurrido.
O si lo ha hecho, el relato se ha limitado a la descripción biográfica del hecho pero no ha podido contactarse con las emociones más profundas que el bio-shock le generaron. También puede ocurrir que la persona se haya sentido juzgada o rechazada y de este modo no se abre una vía apropiada para la exteriorización del detonante de su enfermedad.
El bio-shock cae de sorpresa
La descodificación biológica establece que el shock sucede de manera imprevista. Esto es, el sujeto siempre resulta sorprendido, o no estaba preparado para ese acontecimiento estresante.
Esto suele suceder con las muertes repentinas de personas significativas en la vida del paciente, o en casos de personas que han sorprendido a sus parejas en actos de infidelidad, resultando ellos los más sorprendidos.
El bio-shock se padece como imposible de resolver
De acuerdo a la descodificación biológica, el bio-shock aparece ante la consciencia del sujeto como carente de solución duradera y satisfactoria, consciente y voluntaria.
Esto sucede como consecuencia del punto anterior, esto es, la sorpresiva aparición del evento estresante hace que la persona no tenga acceso a su capacidad de discernimiento ni a su reserva de recursos personales o familiares. Tampoco se le hace posible expresar en ese momento su angustia.
El bio-shock afecta a los valores profundos
El shock está vinculado con los valores del individuo. La persona que se encuentra con un drama atribuye a este un sentido en función directa de sus valores. Un despido puede constituir un shock biologizante para una persona que había asignado un valor supremo a su trabajo, por ejemplo.
El lugar de la emoción en la descodificación biológica
En el origen de todas las enfermedades existe un hecho que lo detona. Ahora bien, este hecho, que dura apenas un momento, se proyecta en el tiempo potenciado por el sentido que la persona le atribuye, y este sentido está a su vez modelado por una emoción que tiene unas características muy precisas.
Esta coloración emocional será la que determinará el tipo de conflicto o enfermedad que sufrirá la persona. De modo que dependiendo de la emoción que haya estado involucrada en el bio-shock, biológicamente, habrá un órgano del cuerpo humano que alterará su función.
Por ejemplo, una mujer que mantiene relaciones difíciles y estresantes con sus hijos y se siente totalmente superada por la situación, se desvalorizará a sí misma y se considerará mala madre.
Entonces, esta emoción entra en contacto con un órgano concreto, en este caso, el hombro derecho, si la persona es diestra, luego, esta parte del cuerpo se verá afectada.
Es por ello que en descodificación biológica se estudian las funciones arquetípicas de los órganos, piel, glándulas, sistemas, etc. Cada órgano posee un arquetipo asociado. Por ejemplo, la vejiga se relaciona con la necesidad de marcar límites precisos (como hacen los perros que marcan territorio orinando sus límites).
Así, ante un paciente femenino que curse una cuadro de cistitis, el terapeuta se preguntará: ¿Quién invade su territorio, de modo que ella tiene ganas de orinar a cada momento? ¿Quién revisa su despensa ante la rabia no expresada de la paciente? Pudiera ser algún familiar el que está invadiendo su territorio, en contra de su voluntad.
De este modo, esta reacción arquetípica es expresada biológicamente por el cuerpo produciendo una patología determinada: cistitis.
La terapia en descodificación biológica
En descodificación biológica, la terapia consiste, en un primer momento, en el encuentro del terapeuta y el paciente en el contexto de realidad biológica y medioambiental de este: familiar, laboral, recreativo… todo aquello que tiene significado para el paciente. Esto es lo que en Programación Neurolingüística (PNL) se denomina mapa del mundo.
En un segundo momento, debe hacerse reencuadre del paciente en un ámbito cognitivo con el fin de informarle sobre el sentido que en descodificación biológica posee de la enfermedad y sobre la importancia del mundo emocional en la etiología de aquella.
En tercer lugar, se trata de encontrarse con el paciente de una manera privilegiada, o de privilegiar el encuentro con su realidad emocional, más que cognitiva. Como ya hemos visto, todo síntoma, ya sea orgánico, psíquico o conductual, procede de un hecho exterior que se ha convertido en emocional.
La terapia en descodificación biológica consiste, pues, en crear el dinamismo necesario para que la realidad emocional que generó la enfermedad regrese al exterior bajo una forma u otra.
Ya se trate de una creación artística, de un juego de rol, de una abreacción, de llantos o de movimientos corporales dirigidos, se buscará siempre la descarga emocional del bio-shock.
Si, a pesar de todo, no basta con esto, una etapa siguiente de la terapia podrá ser la de recurrir al nivel imaginario. Aquí tienen su lugar los actos simbólicos, como han propuesto M. Erickson, la Psicomagia, o la Psicología holística. Estos son actos metafóricos cuya lógica profunda se dirige, sobre todo, al inconsciente; de aquí su alcance terapéutico.
Un ejemplo: una persona está sumida en un duelo que no logra ver su fin, un acto simbólico podría consistir en hablarle al difunto, escribirle una carta o llevarle regalos a su tumba. Los actos simbólicos pueden ayudar al paciente a proseguir el proceso terapéutico o a darle fin. Pues, como ya habrá quedado claro, la enfermedad es una solución que se ha detenido por el camino, y este acto metafórico puede permitir concluirla. Se trata, como en las etapas anteriores, de exteriorizar lo que se ha bloqueado, lo que se ha congelado en el interior del paciente.
Un nuevo paradigma de la patología y la recuperación
La descodificación biológica es un enfoque nuevo y dinámico. En efecto, se crea y recrea constantemente a partir de las investigaciones que los terapeutas van haciendo en sus laboratorios que son sus propias consultas.
En este sentido, no se trata de una teoría convertida en práctica, sino que es desde su inicio es una práctica, una observación, un conjunto de experiencias que se han teorizado después, y que aceptan la puesta en duda permanente, a la luz del carácter único de cada persona que se presenta a consultar.
Faltan por descubrir todavía muchas patologías, y hay otras pendientes de profundizar, de afinar, de enriquecer. Por los momentos, son numerosos los terapeutas que practican esta terapia en Francia, Bélgica, Suiza, Italia, Portugal, Alemania y España.