La Ayahuasca es considerada por algunas personas como una droga, otros la ven como una sustancia mágica y ritual, para otros es un medicamento que puede aliviar algunas patologías psíquicas. En este artículo despejaremos estas y otras dudas que se han tejido en torno a esta planta tradicional del Amazonas.
¿Qué es la ayahuasca?
Ayahuasca en lengua quechua quiere decir “soga de los espíritus”. El término es usado en Perú, Bolivia y en partes del Ecuador.
También se le conoce como yagé, y es una mezcla de dos plantas, la ayahuasca propiamente dicha, la cual es un bejuco (Banisteriopsis caapi) y un arbusto de nombre chacruna (Psychotria viridis), que es la que contiene el enteógeno dimetiltriptamina (DMT).
El DMT, la sustancia psicoactiva que se encuentra en el chacruna, se haya de forma natural en el cuerpo humano en forma de neuroreceptor (en pequeñas dosis) y está relacionado con la fase REM del dormir, que es el momento en que se producen los sueños. Es por esto que algunas de las personas que han ingerido ayahuasca, hablan de su experiencia como un “sueño despierto”.
Ahora bien, en nuestro hígado existen ciertas sustancias capaces de inhibir el efecto del DTM, la ayahuasca, entonces, actúa como un bloqueador de estas enzimas, permitiendo que el DTM actúe en el organismo, específicamente en la neocorteza frontal del cerebro, en la ínsula y el hipocampo.
La investigación científica sobre los efectos terapéuticos está apenas comenzando, aunque cada vez es más usada como un medio para tratar trastornos de estrés postraumático, depresión y adicciones.
Modalidades de uso de la ayahuasca
El uso original de la ayahuasca está relacionado con las ceremonias mágico religiosas indígenas, sobre todo en el Sur de América, específicamente en la selva amazónica. Sin embargo, actualmente el uso del yagé ha variado y se pueden considerar cuatro grandes modalidades, aunque el esquema es arbitrario, porque los distintos propósitos y técnicas se interrelacionan.
Una de estas modalidades sería mestiza: basada en la tradición indígena y limitada a Colombia, Perú y Ecuador. Otra sería la medicinal: administrada por médicos occidentales con el fin de solucionar problemas de salud y desequilibrios mentales como la adición a sustancias psicoactivas y otras psicopatologías.
Por otra parte se encuentra la modalidad terapéutica, practicada por personas que buscan la auto-realización dentro de una amplia fusión de técnicas prestadas del yoga, la meditación y la psicología alternativa. Por último estaría la religiosa, practicada por grupos que emplean la ayahuasca para adorar a la divinidad, dentro del contexto de la nueva era.
Ayahuasca: uso médico-terapéutico
Como advirtiéramos en el apartado anterior, las cuatro modalidades del uso de la ayahuasca se interpenetran. Y de hecho, en la mayoría de las sesiones de ayahuasca, asisten personas cuya motivación varía, unos buscan sanar alguna enfermedad, otros quieren solucionar un problema relacional, otros más andan en algún tipo de busca espiritual o de autorrealización.
De igual modo, las sesiones con ayahuasca están siempre coordinadas o dirigidas por un chamán, un terapeuta con experiencia, o algún iniciado en esta práctica. De modo que al hablar del uso médico-terapéutico de esta planta, supondremos las cuatro modalidades ya mencionadas, pero haciendo énfasis en la sanación.
Su uso como psicoterapia experiencial
El uso de la ayahuasca como psicoterapia experiencial es una forma de trabajo vivencial y terapéutico que busca movilizar al individuo hacia la totalidad de la pisque, así, la sanación es el resultado de trasponer la fragmentación interior y la sensación de aislamiento de los demás y de lo que nos rodea.
Actualmente ha sido experimentada por miles de personas en casi todas partes del mundo con importantes resultados médico-terapéuticos, de desarrollo personal y de ampliación de la conciencia.
La ayahuasca como psicoterapia experiencial es una de las más poderosas y eficaces técnicas de autoexploración profunda. Su finalidad es alcanzar una mayor autocomprensión, expansión de la identidad del yo y facilitar el acceso a las raíces de los problemas emocionales y psicosomáticos.
Está basada en el gran poder curativo y transformador de los estados expandidos o no ordinarios de conciencia, que pueden darse de manera espontánea o a través de prácticas psicológicas, rituales, experiencias místicas o de meditación profunda. Habiendo sido usada con mucho éxito para tratar la depresión y la adicción a psicoactivos.
Estudios científicos como antidepresivo
Existe un ensayo clínico del uso de ayahuasca para tratar la depresión. El mismo muestra que esta planta es capaz de mejorar rápidamente el estado de ánimo de personas con depresión refractaria, es decir, aquella depresión que no responde a la medicación habitual.
Se trata de un ensayo aleatorio, controlado por placebo y doble ciego que se realizó en Brasil con 29 pacientes deprimidos. Los participantes recibieron o una dosis única de ayahuasca o un placebo y los efectos se evaluaron con diferentes escalas para valorar la depresión: Montgomery-Åsberg Depression Rating Scale (MADRS) y la Hamilton Depression Rating scale (HAM-D).
Estas pruebas psicométricas se aplicaron un día antes de recibir el tratamiento y 1, 2 y 7 días después. Los pacientes pasaron 8 horas en un ambiente tranquilo y supervisado donde recibieron el placebo o la dosis de ayahuasca que les produjo efectos alucinógenos durante aproximadamente las cuatro horas siguientes.
El placebo fue preparado realizando una infusión del mismo color y el mismo sabor amargo. Se eligieron participantes que nunca hubieron tomado antes ni ayahuasca ni ninguna otra droga psicodélica.
Los resultados muestran un rápido beneficio contra la depresión en las personas que tomaron la ayahuasca, al menos a corto plazo. Es necesario, no obstante, hacer un seguimiento más largo para ver si esos efectos positivos se mantienen en el tiempo.
Efectos secundarios y contraindicaciones de la ayahuasca
Los estudios clínicos existentes sobre los efectos adversos de la ayahuasca, determinan no solo una escasa presencia de efectos adversos, sino también efectos positivos.
El proyecto pionero lo realizó de Grob y otros en 1996, aquí se evaluaron sus efectos psicológicos y fisiológicos en miembros de la Uniao do Vegetal de Manaos, reportando ausencia de toxicidad a largo plazo, así como la ausencia de disturbios psiquiátricos o patrones de abuso.
Estudios posteriores reportaron resultados similares: Da Silveira y otros en 2005 y Dobkin de Ríos en el mismo año evaluaron el impacto de la ayahuasca en adolescentes de la Uniao do Vegetal, mostrando una menor presencia de síntomas psiquiátricos y patrones de abuso.
Así mismo Halpern en 2008, confirmó la seguridad de su uso en contextos religiosos; Ribeiro Barbosa en 2009, por su parte, mostró no solo la ausencia de efectos adversos en la salud mental, sino también puntajes positivos en dimensiones vinculadas a lo emocional y social.
Osório, en 2014, y González y otros en 2017, sugirieron su posible aplicación terapéutica en trastornos depresivos y en el duelo, respectivamente.
Diversas experiencias científicas por otro lado, indican que el uso de la ayahuasca está contraindicado en pacientes con patologías cardíacas o en interacción con antidepresivos. De igual modo, no debe usarse en pacientes con antecedentes psiquiátricos de esquizofrenia o bipolaridad.
Ayahuasca: sus potencialidades en el campo de la terapia
Siendo una planta que no muestra efectos secundarios y presenta contraindicaciones muy puntuales, por una parte, y atendiendo a su alto poder de sanación en el ámbito de la psique, por la otra, podemos afirmar que sus potencialidades en la terapia son muy altas y los estudios apenas comienzan.
En otro contexto, pero a fin al primero, la ayahuasca es un vehículo de expansión de los estados de conciencia que resulta promisorio en el campo de la psicoterapia experiencial y holística.
Por último, para quienes, sin padecer de ningún trastorno psíquico ni somático, están en el camino de la autorrealización, la ayahuasca es un vehículo a ser tomado en cuenta. No obstante, cualquiera sea el caso, el uso de esta planta debe ser supervisado por un experto, sea un chamán, un terapeuta o un iniciado en esta práctica ancestral.
El siguiente video muestra una sesión de ayahuasca en un contexto terapéutico que mezcla lo tradicional con lo occidental contemporáneo.