Cuando hablamos sobre Aloe Vera (o Sábila), hablamos de una planta milenaria. Una magnífica planta digno milagro de la naturaleza que posee una infinidad de propiedades. Se dice, que no hay día en que no se descubra una nueva propiedad del Aloe Vera.
Esto, que puede parecer una exageración no debería sorprendernos. ¿Por qué? Pues porque el Aloe Vera contiene nada menos, que más de 75 componentes activos, además de múltiples propiedades curativas.
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¿Qué parte es la más útil del Aloe Vera?
Toda la planta del Aloe Vera posee cualidades. Hoy os descubrimos el tesoro que guarda en su interior: su gel.
El gel, el cual siempre encontraremos en el interior de sus hojas frescas, se recomienda especialmente para problemas de la piel tales como quemaduras, heridas o picaduras de insectos.
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¿Qué contiene el gel de Aloe Vera?
Este poderoso y beneficioso gel está compuesto por un 99 % de agua y por innumerables nutrientes. Contiene entre otras sustancias: vitaminas (A, E, B12, C); minerales (sodio, potasio, magnesio, cobre, cromo, etc.); mucílagos; taninos; aceites; ácidos grasos (oleico y linoleico), y aminoácidos.
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¿Para qué se utiliza el Aloe Vera?
Gracias a sus propiedades hidratantes y su abundancia en mucílagos, es la solución de muchas afecciones y problemas cotidianos relacionados con el cuidado de la piel. Y esto sucede porque el Aloe Vera oxigena y fortalece las células de todos los tipos de piel, ayudando a la flexibilidad y el rejuvenecimiento.
El Aloe Vera es uno de los ingredientes más utilizados en los productos de cosmética por ser un excelente e increíble regenerador de la piel. Previene la aparición de arrugas, además de evitar el desecamiento de la epidermis, nutriendo y calmando la irritación de cualquier piel.
Pero esto no es todo: El Aloe Vera expulsa los depósitos de grasas que taponan los poros de la piel, cura eccemas, acné, psoriasis, e incluso infecciones fúngicas (causadas por hongos), gracias a sus propiedades cicatrizantes, inmunoestimulantes y antiinflamatorias.
Diversos estudios han demostrado su capacidad para proteger la piel de los rayos ultravioletas. Las propiedades del Aloe Vera actúan calmando y acelerando la regeneración de las zonas quemadas, dado que acelera la producción de la sustancia proteínica denominada colágeno.
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¿Tan solo trata problemas de la piel?
Por supuesto que no. Además de tratar muchos problemas de la epidermis, la dermis y la hipodermis, el Aloe Vera es ideal para regenerar tejidos internos, normalizando el pH del estómago y reduciendo su acidez, puesto que favorece el equilibrio de la flora intestinal.
Reduce o alivia por completo las inflamaciones internas teniendo la capacidad de curar muchos problemas digestivos, como por ejemplo, el estreñimiento, el reflujo gástrico, o el colon irritable (ya sabes, esa enfermedad que padecen millones de personas en todo el mundo).
Y es que el Aloe Vera protege el aparato digestivo reactivando y estimulando el crecimiento de su flora bacteriana, dado que rehidratar los tejidos estomacales. Su compuesto activo, la emodina (aloe-modina), actúa directamente sobre la mucosa intestinal regulando las funciones digestivas.
Por ello, puede llegar a curar ulceras, disentería, o inflamaciones intestinales.
Es importante saber, que el jugo de esta fantástica planta contiene múltiples nutrientes desintoxicantes.
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¿Es esto lo único que puede llegar a hacer el Aloe?
Ante este tipo de planta, siempre queda la posibilidad de decir algo más de cuanto hayamos dicho:
El Aloe Vera es un poderoso antioxidante que tiene la capacidad de combatir el cáncer, especialmente el de colon. Para ello, hace que la sangre transporte de un modo más eficaz el oxígeno y los nutrientes a las células del cuerpo, mejorando así la calidad sanguínea.
Puede ayudar a controlar la presión arterial y regular los niveles de triglicéridos, pudiendo reducir considerablemente las enfermedades cardiovasculares y los ataques cerebrovasculares.
El Aloe Vera también es inmunomodulante y tiene la capacidad de absorber elementos tóxicos derivados de materiales como el PVC, pinturas, esmaltes…; es decir, muchos de los metales pesados que circulan por nuestro cuerpo gracias a la oferta químico-industrial que solemos digerir.
Tiene una capacidad enzimática que ayuda a que los nutrientes de los alimentos sean aprovechados de una forma completa, reduciendo asimismo los niveles negativos del colesterol.
Recordemos que una de las mejores virtudes de esta planta, la cual la otorga el alzamiento hasta su merecido trono, es la de ser un excelente depurativo. Además, es un buen analgésico natural sin efectos secundarios.
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¿Dónde consigo la planta de Aloe Vera?
Tienes dos opciones:
- Comprarla sintetizada en cápsulas por ciertas marcas, y pagar por un producto que en su proceso ha perdido muchas de sus más importantes propiedades, o
- Plantarla en tu jardín o en una simple maceta de barro.
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¿Cómo cultivo Aloe Vera?
Cultivar esta planta medicinal para poder hacer uso de sus enormes propiedades, es muy sencillo. No se necesita de un cuidado exhaustivo, puesto que esta planta es tan agradecida, que no lo precisa. Te pedirá un poco de agua y que la tengas en el interior de tu hogar.
Dado que existen más de 200 tipos de plantas de Aloe Vera, aquí te dejamos las tres que mejor responden en su proceso de cultivo: Aloe Arborescens, Aloe Saponaria, y Aloe Aristata.
A la hora de llevar a cabo la plantación, es recomendable hacerlo en otoño o primavera. La plantación se hace a partir de brotes, hijos de una planta adulta o semillas.
Una vez plantado el Aloe Vera, se aconseja situar el tiesto donde reciba la luz del sol entre 8 y 10 horas. Empezaremos a regarla pasadas dos semanas, cada 15 o 20 días.
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¿Cómo consigo obtener su gel?
El gel de Aloe Vera se obtiene cortando una de las hojas por la base, la cual deberá medir al menos 6 cm de ancho y unos 40 cm de largo. Lavaremos la hoja y quitaremos las espinas que presenta a cada lado. Cortaremos la hoja por la mitad y extraeremos el gel con una cuchara.
Para evitar irritaciones, es importante eliminar la savia amarilla.
Para terminar, una breve idea:
Con el Aloe Vera recién adquirido podrás preparar un delicioso zumo.
Para ello, licuamos la pulpa del Aloe Vera junto con alguna fruta y añadimos 1 litro de agua. Se conserva en el frigorífico y puede tomarse antes de las comidas.
Y recuerda: La salud no es un sinónimo de voluntad, pero sin voluntad no existe acción para la salud.