Los viajes astrales o experiencias fuera del cuerpo (EFCs ) cautivan cada vez más la atención del público en general. Sin embargo no son pocas las confusiones que se presentan en esta práctica, también son varios los conceptos que se tratan comúnmente de forma inapropiada. Con este artículo buscamos aclarar algunos malentendidos, precisar los términos relacionados con este apasionante tema, así como introducir al lector en los pasos de esta práctica y sus probables riesgos.
¿Qué son los viajes astrales o experiencias fuera del cuerpo?
Las experiencias fuera del cuerpo, conocida también como proyección fuera del cuerpo, se define como una experiencia mediante la cual la conciencia ocupa una posición remota respecto a su propio cuerpo. Esto es, se experimenta la sensación de estar ubicado y percibir el entorno desde una posición diferente desde donde se encuentra el cuerpo físico.
La ciencia occidental moderna distingue entre las EFCs espontáneas y las inducidas. Las experiencias espontáneas pueden ocurrir bajo condiciones anormales, como por ejemplo, estar cansado, una enfermedad, la cercanía a la muerte, o normales (p.ej. durmiendo, o mientras se está meditando, orando o en bajo un estado de relajación).
La EFC inducida puede ocurrir bajo condiciones causadas por drogas, sofocación, shocks emocionales y físicos, hipnosis o la inducción voluntaria de la experiencia.
Para la concienciología, en cambio, el viaje astral es un fenómeno a partir del cual la conciencia se separa momentáneamente del cuerpo físico, vehiculizándose a través de lo que se conoce como cuerpo astral o psicosoma. No obstante durante el tiempo que dura la experiencia, el cuerpo físico y el astral permanecen vinculados a través de lo que se denomina “el cordón de plata”.
Así, el propósito del viaje astral es inducir la evolución de la consciencia, tanto individual como colectiva, proporcionando a las personas oportunidades de percibir de primera mano los mundos sutiles que están constituíos por las dimensiones no físicas con las que se está interactuando a cada momento, aunque no nos demos cuenta de su presencia.
Viajes astrales: ¿Qué es la consciencia?
Hay varias disciplinas que se encargan de responder a esta pregunta. Y en efecto, desde una mirada psicológica tradicional, los estudios de la consciencia han creado una compleja teoría que trata de explicar a la consciencia como un epifenómeno del cerebro, es decir, como una función puramente nerviosa.
Por su parte, la filosofía posee un amplio repertorio de nociones acerca de la consciencia que se conoce con el nombre genérico de “egología”. A partir de esta categoría de análisis se conceptúa la consciencia como aquello que da cuenta de los entes y las cosas, esto es, como sujeto perceptivo.
La concienciología, sin embrago, va más allá al considerar a la consciencia como un fenómeno multidimensional, capaz de conocer no solo el mundo fenoménico inmediato, que es lo que se presenta ante los sentidos, sino también realidades que están más allá de la captación cerebral. Con el entrenamiento adecuado, la concienciología muestra el modo de acercarse a los mundos sutiles.
Qué es la concienciología
La concienciología parte de la premisa de que el ser humano es capaz de salir del cuerpo físico en estado de lucidez, y de este modo conocer y dar cuenta de dimensiones no físicas. De este modo, la experiencia fuera el cuerpo es el principal mecanismo de investigación para el concienciólogo. Y en efecto, es de esta manera que el investigador recopila los datos sobre los cuales fundamenta la teoría sobre la naturaleza multidimensional de la Realidad.
Esta ciencia distingue también entre niveles de consciencia. Y de hecho, en EFCs podemos encontramos con seres cuya consciencia se distingue por su alto nivel de vibración, lucidez y ética universal, o cosmética, como también se le conoce. Son las conocidas como “consciencias amparadoras” cuya finalidad es prestar ayuda desinteresada a quien la requiera.
Pero también es posible encontrarse con criaturas cuyo nivel de consciencia vibra con una frecuencia baja, esto es, no conocen el trabajo energético y su grado de cosmoética es rudimentario, si no inexistente. Es lo que se conoce como “consciencias carentes”.
Tipos de viajes astrales
Los viajes astrales, como ya quedó sugerido, no poseen las mimas fuentes ni se realizan del mismo modo. Y en efecto, podemos distinguir, al menos, cinco tipos de ellos: los viajes astrales espontáneos, los forzados, los inconscientes, los semilúcidos y los conscientes o lúcidos.
Los viajes astrales espontáneos
Son viajes astrales sin planificación, también sin control por parte de la persona que los realiza. Este tipo de proyecciones ocurren cuando se posee una configuración bioenergética fluida. En otras palabras, el Qi del viajero vibra en armonía con los mundos sutiles.
Estas proyecciones fuera del cuerpo pueden ocurrir mientras la persona que las experimenta está tomando una siesta o totalmente dormida En un momento, la persona siente que está en su cuerpo astral o psicosoma, pudiendo observarse fuera de su cuerpo físico. En ocasiones la persona ve como su cuerpo físico duerme.
Los viajes astrales forzados
Como lo indica el término, estas proyecciones fuera del cuerpo tienen un origen súbito, y pueden ser causadas bien por shock, o bien por algún tipo de experiencia traumática como accidentes de tránsito.
Recurren los relatos en los que se dan testimonio de cómo en un momento, y repentinamente, alguien se encuentra sorpresivamente observando su cuerpo físico desde fuera con entera lucidez. Lo que ha ocurrido es que el cuerpo astral ha salido, de forma inconsciente y forzada, del físico.
Los viajes astrales inconscientes
Este tipo de proyección tiene como finalidad que nuestro cuerpo astral se nutra de la energía sutil que necesita para vivir. De manera que sucede durante un momento del sueño común y corriente.
La separación que se da entre el cuerpo físico y el astral es por lo general de muy pocos centímetros, sin embrago es posible que en algún momento la persona sienta que al despertar se está hundiendo, y es que se trata del regreso del cuerpo astral al físico.
Esta experiencia comúnmente se vive con sobresalto, y se denomina inconsciente porque en su ejecución no participa la voluntad del soñante.
Los viajes astrales semilúcidos
Como lo señala la palabra, en este tipo de viajes astrales se posee un recuerdo no muy claro de la experiencia que se ha tenido. En ocasiones los recuerdos de la proyección fuera del cuerpo se confunden con los del sueño, mezclándose de manera que la persona no puede distinguir con claridad qué corresponde al mundo onírico y qué al astral.
Los viajes astrales lúcidos
También conocidos como proyecciones conscientes, este tipo de viaje astral se caracteriza porque la persona está totalmente consciente. Y es este el tipo de viaje astral el que fomenta la concienciologia pues es el más provechoso. En la proyección consciente se puede recordar, a veces, el despegue del cuerpo físico. Lo cierto es que una vez se está en este estado, la persona tendrá plena consciencia de todo lo que le ocurre durante el viaje.
¿Para qué sirven los viajes astrales?
Esta es una pregunta importante, pues siempre queremos saber si vale la pena emprender alguna experiencia en particular. De manera que dependiendo de las expectativas de la persona, los viajes astrales pueden tener mucho, poco, o ningún interés.
Una de las experiencias que resultan de la proyección lúcida fuera del cuerpo, es el acceso a otras dimensiones de la Realidad. Y en efecto, en astral se puede viajar a espacios que nunca hemos visitado antes, o en los que habitamos en vidas anteriores, incluso a los que iremos en nuestras próximas vidas.
Otra de las experiencias que brindan los viajes astrales es el encuentro con personas que ya fallecieron, sea que las hayamos conocido o no.
Una razón más para querer conocer el mundo de los viajes astrales es que en estos podemos tener contacto con nuestro yo cuántico, que es una de las maneras de nombrar a nuestro maestro espiritual extra-físico. La consciencia de estos guardianes se encuentra en el nivel astral, de modo que para conectar con ellos es necesario acceder a este plano de manera consciente. Y las experiencias fuera del cuerpo son la vía.
Tal como lo evidencian los conocimientos cifrados en la sabiduría universal, como en el Libro tibetano de los muertos, al morir pasamos por una serie de umbrales que nos pueden conducir, bien a la liberación, o bien a una mejor reencarnación en nuestra vida posterior. Pues bien, los viajes astrales son una manera de entrenamiento en esta dimensión de lo desconocido.
Otro uso de los viajes astrales se centra en la ayuda terapéutica que se puede brindar a otros en las dimensiones sutiles. Y en efecto, el que aprende a proyectarse conscientemente fuera del cuerpo puede asistir a otros seres que necesitan de reajustes energéticos.
En consciencia astral también es posible recordar vidas pasadas, esto se va logrando de manera espontánea y progresiva a través de la práctica en sucesivos viajes De esta forma, podemos ampliar el conocimiento de nosotros mismos, y por lo tanto auto-sanarnos, al tener acceso a posibles traumas, y otras experiencias difíciles que vivimos anteriormente.
Otro acicate: en los viajes astrales podemos identificar a qué vinimos a esta experiencia de encarnación. Y en efecto, a través de la proyección consciente fuera del cuerpo, se puede recordar o identificar la misión establecida para la vida actual.
Por último, entrenarse en la dinámica de los viajes astrales, prepara para la auto-defensa energética. Así, nuestra consciencia evoluciona y se hace más fuerte, expandiéndose mientras se equilibra.
Viajes astrales: pasos
Como todo proceso, los viajes astrales poseen una serie de pasos que deben ser dados en el orden correcto. En nuestro caso los pasos son: despegue, consciencia lúcida y recuerdo.
Despegue
El primer paso es, lógicamente, despegar. Para ello hay que aprender a relajar el cuerpo físico (soma) hasta el punto en el que el cuerpo astral (psicosoma) adquiera ligereza y se libere para salir en astral.
Ahora bien, además deberá relajarse también el cuerpo energético (energosoma), constituido por el sistema de sutil de chakras. Esta relajación consiste en el desbloqueo total del sistema energético y en su consecuente expansión.
Consciencia lúcida durante el despegue
Una vez se encuentran relajados todos los cuerpos, tanto físico como sutiles, hay que mantener despierta la consciencia. Y en efecto, si bien los viajes astrales se desarrollan durante el sueño del cuerpo físico, la consciencia debe mantenerse en estado de lucidez. Esto significa atravesar el umbral del sueño, conscientes de lo que hacemos.
Recuerdo de la experiencia en astral o rememoración
La clave de los viajes astrales lúcidos es el recuerdo de esta experiencia, de otro modo, sería una proyección inconsciente.
En las experiencias fuera del cuerpo, todo lo que ocurre queda registrado en una memoria sutil que se aloja en lo que se ha llamado «paracerebro», el cual forma parte del cuerpo astral. Ahora bien, al regresar al cuerpo físico se necesita transferir la información del paracerebro al cerebro físico. Y esta es la esencia del recuerdo de la experiencia en astral o rememoración
Hay algunas cosas que se pueden hacer antes de la experiencia fuera del cuerpo para propiciar el posterior recuerdo. Entre estas, la autosugestión es una técnica excelente. Todo consiste en repetirse una frase varias veces antes del despegue, de cinco a diez veces suele ser una secuencia efectiva. Es recomendable repetirla en voz alta y después de haber conseguido cierta relajación.
La frase debe ser simple y directa, por ejemplo: “Saldré de mi cuerpo con lucidez y recordaré todo al regresar”.
Algo importante para recordar las experiencias fuera del cuerpo es que, al despertar, la persona se mueva muy lentamente, manteniendo la atención en el proceso de la rememoración cuando se está reconectando.
Y en efecto, apenas está despierto el individuo, debe preguntarse qué es lo que recuerda, y en la medida en que advenga la experiencia, podrá comenzar a moverse.
¿Son peligrosos los viajes astrales?
Son muchos los mitos que se han creado en torno a los peligros que se corren en los viajes astrales. No obstante, estos son infundados.
Uno de los rumores mayormente mencionados consiste en el temor de que al estar en astral se rompa el cordón de plata y el soñante quede perdido en otra dimensión.
Sin embrago, esto es imposible de que suceda. Y en efecto, el cordón de plata hace parte de nuestra anatomía sutil-energética, de manera que es imposible que se rompa, sería como intentar romper una nota musical.
Otro temor relacionado con los viajes astrales es el de perderse en el plano extra-físico durante la proyección. Pues bien, el retorno del cuerpo astral al físico es totalmente natural y espontáneo, de modo que lo difícil sería lo contrario, es decir, prolongar el viaje.
En definitiva, no existen peligros reales con relación a los viajes astrales, y la mejor manera de despejar las dudas, en todo caso, es informarse de fuentes confiables y no de rumores infundados.
Viajes astrales y experiencias fuera del cuerpo: una aventura espiritual
Como ha quedado en evidencia, los viajes astrales son una manera de conectarse con el universo multidimensional sin riesgos innecesarios. Además de constituir una atractiva aventura, es una experiencia enriquecedora para nuestro espíritu y la expansión de la consciencia.
