La vida de Rudolf Steiner estuvo marcada, como la de casi todos los seres humanos excepcionales, por una gran variedad de experiencias y acontecimientos límites. Por otra parte su búsqueda de la verdad lo llevó a profundizar en muchas áreas del conocimiento, que van desde la ciencia y la filosofía, hasta la espiritualidad y el ocultismo.
De igual modo sus aportes a la humanidad se sitúan en muy distintas áreas de lo humano. En este artículo buscaremos develar al lector la interesante, prolífica y excepcional vida de uno de los hombres más notables de finales del siglo XIX y comienzo del XX.
Un camino individual para Rudolf Steiner
Lo primero que sorprende al aproximarse a la vida de Rudolf Steiner, es su firme búsqueda de un camino propio. Y en efecto, aunque el antropósofo bebió de muchas fuentes y se alimentó de corrientes filosóficas, científicas, esotéricas, artísticas sociales y humanistas diversas, siempre buscó que su trabajo investigativo y educacional tuviera la marca de lo novedoso.
Es así que termina por crear una visión del mundo propia que incluye una nueva espiritualidad, un modelo educativo de vanguardia, las bases de lo que posteriormente se denominaría agroecología, un sistema médico y hasta una corriente artística que se adelantaron a su época y quizá aún hoy no estemos preparados, como colectividad, para comprender a cabalidad.
La Antroposofía
En palabras del mismo Rudolf Steiner:
La Antroposofía es un sendero de autoconocimiento que quisiera conducir lo espiritual en el hombre a lo espiritual en el universo.
La antroposofía establece que el hombre moderno ha perdido su camino, que ha extraviado su verdaderos sentido, y hace patente la urgente necesidad que la humanidad a partir del siglo XX encuentre una nueva manera de verse a sí misma y al universo, una manera de ser que permita el retorno a las fuentes vitales, que dé sentido a la vida individual y no perjudique al medio ambiente.
En este sentido, la antroposofía es un sendero de auto conocimiento que responde a las interrogantes universales y eternas: ¿quién soy yo? , ¿qué hago en este planeta?, ¿cuál es el sentido de mi vida?
Ahora bien, ¿qué diferencia a la antroposofía de otros caminos que buscan responder las mismas interrogantes? Hay que tener en cuenta que estas preguntas han sido respondidas históricamente de dos maneras, la racional y la espiritual.
Y en efecto, por un lado la ciencia da respuestas fundamentadas en hechos fácticos y empíricos, y por el otro, las religiones responden a estas interrogantes desde un enfoque estrictamente visionario. La antroposofía, en cambio, considera que ambas respuesta, por si solas, son insuficientes.
Steiner propone, de este modo, una nueva visión del autoconocimiento que une espiritualidad y ciencia, pero además es un enfoque basado en la empatía, la intuición y la creatividad. Para guiar este sendero, el antropósofo dejó construida en Basilea un gran edificio cuya geometría está inspirada en la naturaleza y el espíritu a un mismo tiempo. Se trata del Goetheanum, nombre puesto en honor a Goethe, y que sirve de sede al movimiento.
La educación Waldorf
Este modelo educativo proviene de la antroposofía creada por Rudolf Steiner y la primera escuela de este tipo se fundó en Stuttgart en 1919, siendo actualmente la forma de educación alternativa y agnóstica más conocida del planeta.
A diferencia de la educación convencional, que privilegia la inteligencia racional, el sistema Waldorf se centra en el potencial creativo y estético del niño, considerando a cada estudiante en su propia realidad y no como un sujeto estándar. También hace énfasis en la capacidad de asombro del estudiante, orientándolo hacia el desarrollo armonioso de las múltiples cualidades que posee.
Uno de los fundamentos de la educación Waldorf es que considera que el niño debe tener como principal ocupación, al menos hasta los seis años, el juego (lo que hoy se conoce como “aprender jugando”). Así, en estas escuelas se espera a que el estudiante cumpla al menos siete años para enseñarles a leer y escribir. Se ha estudiado a ex alumnos de escuelas Waldorf que aprendieron a leer y escribir a los siete años, comprobando que en su vida adulta poseen un nivel de lectoescritura superior a la media.
Como otra herencia de la antroposofía, este sistema prevé la educación de los niños con necesidades especiales, tal como la que se practica en las comunidades Camphill, conocidas por el afecto extraordinario que muestran los cuidadores. Steiner creía que los niños con necesidades especiales son, sobre todo, «niños cuya alma requiere un cuidado especial».
La agricultura biodinámica
La agricultura biodinámica fue el primer sistema agrícola que consideró el impacto que tenía la agricultura convencional sobre el medio ambiente, de modo que es precursora de la agroecología y sus posteriores variantes como la permacultura.
La agricultura biodinámica contempla la granja o jardín como un sistema vivo, un organismo, y no como partes aisladas carentes de vida. Además cree que este organismo vivo llamado granja, hace parte a su vez de un sistema mayor que lo contiene, que en este caso sería el Sistema Solar.
En este sentido, la granja biodinámica deberá contar con todos los elementos que posee el cosmos, siendo esta un microcosmos. La anergia vibratoria de los diferentes planetas y constelaciones, así, deberán estar presentes en la granja por medio de minerales, plantas y animales que estén asociados a aquellas. También el ser humano deberá cumplir su función natural dentro del sistema.
Consciente de que el suelo había perdido gran parte de su vitalidad inicial, Steiner, vio la necesidad de que este fuera dinamizado. Para ello, propuso el uso de una serie de compuestos que pueden prepararse en la granja o adquirirse como productos distribuidos por el sello Demeter.
Así, la agricultura biodinámica es ecológica (no usa productos agrotóxicos) pero se enmarca en un contexto más amplio, que tiene en cuenta los movimientos del sistemas solar, como adelantamos, y en este sentido el ciclo de las estaciones y los ciclos de la Luna.
La medicina antroposófica
El centro de la medicina antroposofía es promover la salud, más que curar la enfermedad. Concibe al ritmo, por otra parte, de vital importancia en su diagnóstico y terapéutica, por ello estudia con rigor los sistemas respiratorio y circulatorio, ambos caracterizados por sus ritmos.
Por otra parte establece que la diagnosis y tratamiento debe estar centrada en cada paciente, sin hacer generalizaciones, pues lo que para una persona es un remedio para otra puede resultar un veneno.
De acuerdo a este sistema médico, toda enfermedad se origina en un desequilibrio de las fuerzas espirituales que acompañan a la vida.
Actualmente se conoce y usa en más de sesenta países. La Medicina Antroposófica actual, toma en cuenta los avances de la medicina contemporánea, mientras que incorpora otras variables como la espiritual, la artística y aún otras más.
En este sentido, aborda al paciente desde los ámbitos físico, mental, emocional y espiritual. Así, su enfoque es integral e interdisciplinario y dentro de sus recursos terapéuticos utiliza medicamentos que se desarrollan con sustancias de origen natural, sometidas a procesos especiales de elaboración en armonía con la naturaleza.
La euritmia
La euritmia se ha clasificado como arte del movimiento, danza, o arte escénica. Su etimología viene del griego antiguo “Eu”: bello, y “ritmia”: movimiento rítmico. Aunque inicialmente se formaba parte del currículo escolar de las escuelas Waldorf, actualmente también es realizada por adultos.
A través de estos movimientos artísticos, el practicante zambulle en las leyes vivas del arte de la palabra y el sonido: ritmo, compás, tonos, estilo y rima. Teniendo en cuenta estos y otros elementos, el practicante los expresa a través de gestos corporales que buscan ser lo más fiel y verídico a la experiencia integral que une música y poesía.
De manera que esta es una manera de hacer música y poesía visual y física, pues mientras se practica la euritmia, se oye la música o el poema que se está trabajando/euritmizando. Así, el objetivo de la euritmia es hacer del practicante un ser móvil, ágil y fuerte. Otro de los nombres que se le da a este arte es el de gimnasia anímica.
Generalidades históricas de la vida de Rudolf Steiner
Rudolf Steiner nació el 27 de febrero de 1861 en lo que hoy día se conoce como Croacia (aunque algunos aseguran que nació en Austria), y murió en suiza en 1925. Durante su infancia debió mudarse varias veces debido a asuntos de trabajo de su padre. Pero ya en 1979 y hasta 1883, se establece en Viena, donde hace estudios de matemáticas, física y filosofía. Posteriormente se traslada a Mecklemburgo, Alemania, en cuya universidad obtiene su doctorado en Filosofía en el año de 1891.
La influencia de Goethe
Una de las influencias más determinantes en Steiner fue la que ejerció la obra de Goethe en él, y de hecho, el croata trabajó durante ocho años en los archivos del para entonces fallecido filósofo alemán. Lo que le interesaba en Goethe, era la manera en que supo unir literatura, ciencia y filosofía.
La sociedad teosófica
Luego de que Annie Besant conociera la obra escrita de Steiner sobre Goethe, lo nombra comisionado de la sociedad Teosófica en Alemania y Austria. Durante el tiempo que ocupó este cargo, el croata dictó conferencias en toda Europa sobre espiritualidad y ocultismo; pero siempre desde su óptica y advirtiendo a sus oyentes que él solo hablaba de aquello que había podido experimentar en carne propia.
No obstante el enfoque orientalista que la Sociedad Teosófica daba a la espiritualidad, no coincidía con la tendencia natural de Steiner que era más hacia el ocultismo europeo medieval. Esta disonancia terminó por concretarse en la ruptura definitiva de Steiner con la sociedad Teosófica en 1912. Momento en que comienza a impartir al mundo los resultados de su propia investigación sobre el vivir.
Despliegue creativo y muerte
Durante los quince años siguientes Rudolf Steiner no se detuvo un momento, perecía tomado por su daimon, sabía que el deber de difundir y compartir su sabiduría constituía su destino. Fue así que se dedicó a la construcción de un gran centro cultural dedicado al arte, la ciencia y la enseñanza espiritual: el Goetheanum.
Pero el nacionalsocialismo nazi lo consideraba una amenaza a sus aspiraciones totalitarias y lo persiguieron de manera despiadada y efectiva, una de sus estrategias consistió en destruir el Goetheanum. No obstante Steiner, aunque quedó muy afectado por este hecho, continuó de inmediato la construcción de otro centro similar pero esta vez de concreto (el primero había sido hecho de madera).
Luego de haber dejado sentada las bases de su obra artística, filosófica, agrícola, educativa, social y científica, a través de más de una docena de libros publicados, artículos e innumerables conferencias, se entregó tranquilamente a la muerte un 30 de marzo de 1925.
Rudolf Steiner: un precursor del holismo
Parece extraño que ideas tan de vanguardia en los ámbitos artísticos, biológicos, energéticos, filosóficos y científicos, hayan sido creadas hace más de un siglo. Pero lo más sorprendente es que ya desde entonces quedó marcado el camino que deberemos transitar los humanos de hoy y del mañana: el holismo.
Y en efecto, cada vez queda más en evidencia que sin la integración de los saberes todos, son pocas las posibilidades que tenemos de entendernos como especie. En este sentido, Rudolf Steiner se adelantó al siglo XXI, como lo hicieron Jung, Krishnamurti, y otros pocos.