Las bases científicas del Dióxido de Cloro como sustancia curativa, además de ser el aspecto más difícil de entender de la propuesta que ha hecho Andreas Kalcker para tratar enfermedades, es al mismo tiempo uno de sus fundamentos capitales.
En el libro La salud prohibida, incurable era ayer, el biofísico alemán trata este importante pilar de su obra en el capítulo 6. En este artículo reseñaremos de la manera más sencilla posible, cuáles son las bases científicas del Dióxido de Cloro.
Bases científicas del Dióxido de Cloro: Oxigenación
En La salud prohibida… Kalcker afirma:
El dióxido de cloro en cualquiera de sus formas, aporta oxígeno al tejido intersticial y a todos los líquidos del cuerpo, activando las mitocondrias que a su vez generan más energía y es esta energía la que permite que el cuerpo se recupere y sane de la mayoría de las enfermedades.
Y en efecto, la eficacia del CDS se debe a su potencial de oxidación-reducción. Y es que al incrementar la carga negativa en el líquido, crea un efecto similar al agua ozonizada, restando la carga positiva a los protones de las células con pH ácido.
Y es que el cuerpo humano en estado saludable posee un pH ligeramente alcalino (entre 7.38 y 7.42). Así, el CDS se activará liberando oxígeno al conseguir un medio ácido, es decir, uno que sea menor a pH 7.
Un cuerpo enfermo generalmente registrará cierto grado de acidez, en lugares donde presente una infección, inflamación o tumoración, esto es debido a sus características metabólicas como por ejemplo, la fermentación, que ocurre cuando no hay un aporte suficiente de oxígeno. En estos casos, el Dióxido de Cloro acudirá liberando oxígeno en estas zonas y sanando.
Ahora bien, las bases científicas del Dióxido de Cloro difieren de acuerdo al patógeno que ataque. Y en efecto, Kalcker distingue en la función que cumple el CDS combatiendo virus y como bactericida.
¿Cómo ataca el dióxido de Cloro a las bacterias?
Las bases científicas del Dióxido de Cloro, en este caso, apuntan a la forma en que la sustancia elimina las bacterias combatiendo su fisiología celular básica. Esto es, el Dióxido de Cloro desnaturaliza e interrumpe la síntesis de proteínas. Así, atacando la estructura celular o los ácidos en el interior de la célula, reacciona directamente y destruye el ARN de la célula patógena.
Al mismo tiempo altera la permeabilidad de la membrana celular externa, ya que es capaz de difundirse a través de la capa protectora de la bacteria, inactivando así su patogénesis. Y esto sucede con bacterias anaeróbicas como aeróbicas, pues ninguna de estas ha podido desarrollar un sistema de resistencia contra el CDS.
¿Cómo ataca el dióxido de Cloro a los virus?
Los virus son eliminados de manera diferente, de acuerdo a Kalcker. Por eso las bases científicas del Dióxido de Cloro aquí son distintas. Y en efecto, el CDS elimina los virus mediante prevención de la formación de proteínas, lo cual impide el desarrollo de los capsides que necesita el virus para conectarse a las células sanas que quiere invadir.
Ahora bien, el CDS puede intervenir de tal modo en la producción de ácido hipocloroso, que este potente germicida que los glóbulos blancos usan para defender el organismo, aniquila al mismo tiempo virus, bacterias, hongos, células tumorales y metaboliza algunos productos de desecho normales del cuerpo.
¿Qué patógenos elimina primero el CDS, virus o bacterias?
Los virus son muchos más pequeños que las bacterias, por ello la reacción controlada por difusión del CDS ocurriría en una escala de tiempo más corta en todo el volumen del virus. Por otra parte, no es necesario que el gas penetre en el virus para inactivarlo, es suficiente que reaccione con uno o algunos de los residuos de aminoácidos de cisteína, tirosina y triptófano de la espiga que se encuentran en la superficie, sin penetrar a través de la envoltura proteica del virus.
Bases científicas del Dióxido de Cloro: ¿de qué otra forma actúa el CDS?
El CDS oxida también los metales pesados que son tóxicos para el organismo; tales como el mercurio, plomo, cadmio, zinc y elementos intermedios como el arsénico y el aluminio. Teniendo así un efecto superior a la terapia de quelación.
Otra de las bases científicas del Dióxido de Cloro, consiste en su capacidad de seleccionar el tejido adiposo para proporcionarle oxígeno, estimulando al igual que el ejercicio, la oxidación de triglicéridos (lipólisis). Y de este modo promueve la reducción de peso sin afectar la masa muscular.
Pero también ayuda a prevenir el envejecimiento. Y es que a medida que se envejece, en la sangre ocurre un descenso en la carga eléctrica de los eritrocitos (hemoglobina), por lo que no se repelen, atrayéndose hasta aglutinarse, lo que dificulta a la sangre aportar oxígeno y nutrientes a los tejidos, esto hace que se produzca su degeneración progresiva.
Este es también el origen más común de muchos procesos trombóticos dolorosos. En este sentido, el CDS aumenta la carga eléctrica en los eritrocitos, haciendo que estos se separen, para circular con mayor facilidad en los tejidos que no eran suficientemente irrigados; lo que favorece su reparación y mantenimiento, enlenteciendo de esta manera los procesos degenerativos que acompañan la vejez.
Bases científicas del Dióxido de Cloro: resumiendo
Las bases científicas del Dióxido de Cloro no son uniformes, como se habrá notado. Y en efecto, esta sustancia actúa de diversos modos en el organismo humano, de modo que son varias también las formas que tiene de procurar la sanación.
Y es esta pluridimensionalidad, quizá, lo que la hace ser una sustancia curativa tan versátil, capaz de curar enfermedades tan diferentes como el Alzheimer, el autismo, el coronavirus, el cáncer, y un largo etc.