Dióxido de Cloro – CDS
Entre las muchas polémicas que se han generado en el presente contexto de la situación sanitaria producida por el Covid-19, una de las más ventiladas en redes sociales, y censurada al mismo tiempo por los medios de comunicación, es la que se refiere al uso del Dióxido de Cloro o CDS con fines terapéuticos. Específicamente, como medicamento para tratar la patología causada por el covid-19.
En este sentido, y luego de una responsable y profunda investigación, publicamos esta guía de ayuda e información sobre el MMS y el CDS.
¿Qué es el Dióxido de Cloro?
El Dióxido de Cloro (ClO2), es una sustancia química en estado gaseoso que resulta de la mezcla de clorito de sodio y un ácido que lo hace reaccionar. En un comienzo se usó ácido cítrico para causar esta reacción y luego ácido clorhídrico, en una muy baja concentración. De modo que el CLO2 posee dos moléculas de oxígeno y una de cloro: esta es su sencilla, al tiempo que poderosa composición molecular.
Tanto el clorito de sodio como el Dióxido de Cloro son utilizados como potabilizadores del agua. También es usado para desinfectar las bolsas de sangre antes de la ejecución de una transfusión. En EE. UU. se vendió en un tiempo como oxígeno estabilizado. El Dióxido de Cloro no debe confundirse con el hipoclorito de sodio (NaCLO) o el clorato de sodio (NaCLO3). Todas estas son sustancias diferentes.
En este sentido creemos que lo más recomendable es dirigir al lector a esta sección de la página web de Andreas Kalcker, quien es el investigador que más tiempo ha dedicado a este tema
¿Qué son el MMS y el CDS?
El MMS es clorito de sodio acidificado, y son las siglas de: Solución Mineral Milagrosa (miracle mineral solution), nombre que le dio Jim Humble a este remedio que descubrió, usó y promovió en su momento para tratar la malaria.
Mientras que el CDS es el nombre que le da Andreas Kalcker a la dilución del gas dióxido de cloro en Agua. Entre estas dos sustancias obviamente encontraremos diferencias, y gracias a los estudios de Kalcker, es que el dióxido de cloro siendo un gas tan volátil se captura y se puede almacenar. De modo que CDS es Dióxido de Cloro líquido. O por sus siglas: Solución de Dióxido de Cloro (chlorine dioxide solution).
¿Qué tipo de dolencias puede tratar el Dióxido de cloro?
Son prácticamente innumerables las dolencias que trata el CDS. Con el dióxido de cloro se pueden tratar una serie muy amplia de agentes patógenos: bacterias, virus y parásitos.
Pero además de las enfermedades infecciosas, se ha utilizado con éxito en el tratamiento de un número igualmente sorprendente de enfermedades. Como la diabetes, la osteoartritis, patologías tiroideas, dolores musculares… Además de un grupo importante de enfermedades y condiciones que hasta ahora la medicina convencional no ha podido curar: fibromialgia, Alzheimer, autismo, y muchas otras.
Actualmente se está empleando el dióxido de cloro como tratamiento del covid-19 con excelentes resultados.
Funcionamiento del CDS
El dióxido de Cloro es un agente microbicida y bactericida, pero además es un potente inmunomodulador y antiinflamatorio.
Luego de ser ingerido, el CDS se descompone en el cuerpo humano de la siguiente manera: la molécula de cloro se elimina a través de la orina y la sudoración, mientras que las dos moléculas de oxígenos viajan hasta los lugares ácidos del organismo, que es donde se encuentran las patologías: infecciones, inflamaciones, etc. y actúa de las maneras descritas a continuación.
- Como agente microbicida y bactericida actúa a través de su potencial de oxidación que es de 0.95 voltios. Esto lo hace muy efectivo para combatir cualquier microorganismo patógeno que posea un voltaje inferior.
- Como inmunomodulador, el CDS potencia el sistema inmunológico del organismo en que penetra.
- Mientras que como antiinflamatorio reduce cualquier inflamación que encuentre en el cuerpo.
¿Cómo se toma el dióxido de Cloro?
Existen dos protocolos principales para tomar el CDS. El primero de ellos es el llamado CDS 101. Este protocolo consiste en diluir 10 cc de CDS de 3000 ppm en un litro de agua. Se hacen varias tomas durante todo el día.
La dosis se va aumentando, de acuerdo a las indicaciones médicas, sin llegar a sobrepasar los 50 cc diarios. Si el tratamiento se va a hacer por más de un mes seguido, se toma por tres semanas, se descansa una semana y se retoma el tratamiento.
El segundo protocolo es el protocolo intensivo 5/5-100. En este protocolo se toman 5 cc de CDS en 100 cc de agua cada hora y hasta un máximo de 14 tomas diarias. Este tratamiento se usa en casos de emergencia como puede ser las picaduras de insectos venenosos.
Aunque la forma más antigua de uso del CDS es como potabilizador del agua, para ello, se vierte 1 cc de la sustancia por litro de agua y se deja reposar por media ahora.
También puede usarse para desinfectar superficies, en una solución diluida de 50% de CDS y 50% de agua destilada en una botella con difusor.
También se utiliza de manera tópica, en baños, y como colirio. En cada uno de estos casos deberá usarse siguiendo al pie de la letra cada protocolo.
Historia del MMS
A finales del siglo 20, un ingeniero de nombre Jim Humble, se encontraba en una expedición en las selvas de Guayana, América del Sur, en busca de oro. Estando en plena selva, a 400 km del hospital más próximo, varios de los hombres que integraban su equipo contrajeron la malaria.
Al no poseer medicamentos para tratar esta enfermedad, Jim Humble les suministró, desesperado por la situación, lo único que consideró en ese momento que podía hacer algo por sus compañeros: unas gotas de una sustancia potabilizadora del agua que es usual llevar cuando se está selva adentro.
El asombro del ingeniero, y más aún de los enfermos, fue grande cuando a las cuatro horas de su administración, comenzaron a recuperarse de la enfermedad. El propio Jim Humble, al contraer poco después la malaria, comprobaría en sí mismo que aquel remedio que descubrió por casualidad, era eficaz.
Testimonios del uso del CDS
Al día de hoy son literalmente innumerables los testimonios de la curación aportados al usar el CDS. Muchas de dichas personas aportan su testimonio de curación en formato de video.
En este enlace hay recopilados algunos de dichos testimonios.
Estos testimonios provienen tanto de pacientes como de los médicos que los han tratado. Se da el caso también de médicos que han sido curados de diversas enfermedades, incluyendo la que ocasiona el coronavirus, usando dióxido de cloro.
Uno de los casos más recientes es el del Dr. Mauricio Quiñonez, presidente de la Asociación Ecuatoriana de Médicos Expertos en Medicina Integrativa (Aememi), quien luego de contraer el Covid-19 y estar bastante grave, se curó totalmente en menos de una semana usando CDS.
¿Es legal el Dióxido de Cloro?
A escala mundial el CDS es legal en varios sentidos, uno es que se vende como desinfectante y potabilizador del agua. Por otra parte, y recientemente, se ha promulgado una ley por el Congreso de Bolivia en el que se legaliza su producción y venta con fines terapéuticos.
Pero además, hoy en día existen varias patentes que se han otorgado al clorito de sodio y al dióxido de cloro como medicamentos.
Por otro lado, el dióxido de cloro no está legalizado como medicamento. Por opacas razones las entidades médicas reguladoras no están por la labor de realizar estudios sobre la sustancia, sin embargo si dedican esfuerzo en difamar y disuadir sobre su uso, así como poner trabas a los que realmente si desean estudiarla: ¡ni hacen ni dejan hacer!
¿Cómo hacer CDS?
Como ya se mencionó, dióxido de cloro resulta de la mezcla de clorito sódico y un ácido que lo hace reaccionar. En el siguiente video podrás ver como Andreas Kalcker enseña a preparar el CDS por saturación.
Reglamentos o salud: ¿Qué opinan la OMS, la FDA y los médicos del dióxido de Cloro?
Los principales detractores del dióxido de cloro con fines terapéutico son la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA). Y aunque aducen y promulgan que el CDS es tóxico no aportan ni una sola prueba que lo demuestre.
En cambio, estas organizaciones exigen a quienes promueven el dióxido de cloro para tratar enfermedades, que muestren los estudios que prueben su eficacia. Y aunque este proceso es lento y costoso, ya ha sido emprendido.
En efecto, recientemente en Ecuador se realizó un estudio coordinado por el Dr. Roberto García, en el que se utilizaron los protocolos desarrollados para el Covid-19 por el investigador alemán Andreas Kalcker. El estudio se titula “Dióxido de cloro: una terapéutica efectiva para el tratamiento del Sars-cov2 (Covid-19)”. En el mismo se prueba la efectividad del CDS para tratar esta patología.
Por su parte la Coalición Mundial Salud y Vida (COMUSAV), formada por unos tres mil médicos a escala mundial, adelanta un estudio multicéntrico cuyo protocolo de investigación ya está diseñado y aprobado por dicha asociación.
Y si bien la mayoría de las noticias sobre el CDS fomentadas por los medios de comunicación son detractoras, cada día son más los usuarios, médicos, clínicas, e incluso países que se suman al uso, investigación y promoción del dióxido de cloro para tratar enfermedades, sobre todo la causada por el coronavirus.
Toxicidad y peligrosidad del CDS
¿Es tóxico el CDS? Como hemos señalado en el apartado anterior, la toxicidad del dióxido de cloro no ha sido probada por sus detractores. En cambio, quienes promueven su uso si han logrado demostrar que esta sustancia no es tóxica. Existen varios estudios toxicológicos sobre la sustancia y todos llegan a la misma conclusión.
En efecto, la Dra. Rita Denegri en Perú, ha mostrado un informe que demuestra fehacientemente que el CDS no es tóxico. Se trata de la “Revisión toxicológica de dióxido de cloro y clorito. En apoyo de información resumida sobre el sistema integrado de información de riesgos”; informe realizado por la Agencia de registro de sustancias tóxicas y enfermedades del Departamento de salud y servicios humanos de EE. UU.
Una pregunta muy lógica que puede surgir en este punto sería:
Dióxido de Cloro: ¿el comienzo de una revolución en la salud?
Atendiendo al panorama que proyecta el uso de CDS con fines terapéuticos, nos encontramos ante una auténtica revolución en lo que se refiere a la salud. Y no solo porque contamos con una sustancia que puede ser utilizada sin mayores riesgos para tratar una cantidad enorme de enfermedades, sino también porque este descubrimiento sustrae poder y expone a los encargados de regular la salud a escala mundial.
Sin embargo los estudios apenas comienzan, y será el tiempo, que siempre resulta el mejor juez, quien establezca si es cierto lo que muchos proclaman ya: el CDS es el gran descubrimiento sanitario de esta era.
Le invitamos a revisar la recopilación de estudios y patentes referentes al dióxido de cloro.