El cuerpo sutil – energético humano

Aunque en el Occidente moderno se piense que sólo existe el mundo de la materia y, por derivación, que el cuerpo físico constituyen la única realidad anatómica, las tradiciones orientales saben desde hace miles de años que hay también una anatomía energética o cuerpo sutil.

Y en efecto, sin la energía que fluye bajo la manifestación material del cuerpo, las funciones de este no serían posibles. Este sistema energético está conformado de la siguiente manera básica: el aura y los cuerpos sutiles, los chakras y los nadis o canales energéticos.

En este artículo abordaremos este apasionante y capital tema que involucra a la salud, la espiritualidad y el mejoramiento personal.

¿Qué es el cuerpo sutil o cuerpo energético humano?

anatomía energéticaComo ya mencionamos, el cuerpo físico posee un correlato del cual depende energéticamente, es a esta entidad a la que se da el nombre de cuerpo energético humano. Este se compone, en síntesis, de una serie de flujos y mantos energéticos invisibles que vibran en diversas frecuencias y que rodean y recorren el organismo humano con un patrón específico.

Y así como el cuerpo físico posee su propia anatomía, el cuerpo sutil posee la suya. Y es esta la que se conoce como anatomía energética. Por su parte, son los patrones energéticos de esta anatomía sutil los que animan los órganos físicos y promueven su fisiología.

Cuerpo sutil: los 3 canales

En la anatomía energética los canales o nadis, constituyen una suerte de arterias inmateriales. Siendo su función la de transportar el prana o energía vital por todo el cuerpo energético.

Prana, en sánscrito, traduce “energía absoluta”. Es un equivalente al Qi de la Medicina Tradicional China y del Neuma del sistema médico griego antiguo. El prana ingresa al cuerpo a través de la alimentación, la respiración y otras actividades metabólicas. Y los canales lo distribuyen por toda la anatomía sutil.

nadisAlgunos textos indios antiguos aseguran que existen 72.000 canales energéticos, mientras que ciertos documentos tibetanos refieren la cantidad de 350.000. Los canales energéticos más importantes son: ida, pingala y sushumna.

Estas tres corrientes energéticas son descritas con la imagen de dos serpientes que se entrelazan en torno a la columna vertebral. La de la izquierda es Ida, la de la derecha es Pingala y Shuchunna es el canal central.

En la cultura hermética aparece esta misma idea y se conoce como Caduceo o Vara de Hermes. En la tradición taoísta es el Tai chi, y en efecto, el conocido símbolo del Yin y Yang vendría a ser una mirada cenital o de planta de estos tres canales. Actualmente, la imagen que nos muestra la ciencia del genoma humano, es sorprendentemente parecida a esta trinidad.

Ida

El canal Ida es el del lado izquierdo, se corresponde con la Luna, y es el canal del deseo. Al estar regido por esta luminaria, se relaciona con el poder de las emociones en su estado más puro, otorgando cualidades como la capacidad de gozar profundamente, amar de forma pura, ser compasivos y contar con habilidades artísticas. Se relaciona con el pasado y está conectado con el hemisferio derecho y posterior del cerebro.

Este canal es femenino tanto en los hombres como en las mujeres. En el nivel psíquico, las patologías asociadas se relacionan con los apegos emocionales, la depresión, la baja autoestima y el sentimiento de culpa.

Pingala

El canal Pingala corresponde al lado derecho y está regido por el Sol. Al estar asociado con esta luminaria se relaciona con la acción. Y en efecto, Pingala otorga poder a la mente racional, permitiendo que el individuo obtenga la fuerza necesaria para superar los problemas mediante el esfuerzo. Se relaciona con el futuro y está conectado con el hemisferio izquierdo y la parte frontal del cerebro.

Este canal es masculino tanto en hombres como en mujeres. Los problemas asociados a este canal son el comportamiento egoísta o violento, la arrogancia y el orgullo.

Sushumna

Sushumna es el canal central. Y de hecho es el que equilibra a los otros dos canales. En su recorrido asciende por la médula espinal, y está en contacto con Ida y Pingala en los puntos en los que ambos se encuentran. Se relaciona con el presente y atraviesa  el área del hueso de la Fontanela para entrar en contacto con la energía sutil del poder omnipresente.

Es a través de Sushumna que asciende la energía kundalini, regula las memorias de las experiencias humanas opuestas experimentadas a través de la acción de Ida y Pingala, los chackras y las corrientes sutiles electromagnéticas.

Los cuerpos sutiles: el aura

auraSe llama aura al conjunto de energías que rodean al cuerpo físico. En latín, “aura” quiere decir “aliento”. En este sentido, podría inferirse que el aura es la emanación de energía del cuerpo físico: su aliento.

Ahora bien, la expresión podría derivar de otra voz latina: “aureus”: “oro”. De ser así, “aura” podría hacer referencia a ciertas emanaciones energéticas de tonos dorados que se atribuyen a personas santas y que suele percibirse sobre sus cabezas.

El aura está formada a su vez por los cuerpos sutiles. Siendo estos, algo así como las diferentes capas del aura y se asemejan, en su interrelación, a una coreografía energética vibrando en cada cuerpo en su frecuencia particular. Y es que los diferentes cuerpos energéticos no están totalmente separados entre sí: se interpenetran mutuamente.

Aunque se considera que hay muchos más, se puede acordar que los principales cuerpos energéticos son siete: etérico, emocional, mental, astral, intuitivo, celestial y causal.

El cuerpo etérico

Primera capa del aura, al ser la más cercana al cuerpo físico, es la parte más densa dentro del cuerpo sutil. En este sentido es también el nivel del  cuerpo energético más fácil de percibir, pues está más próximo al espectro de frecuencias que podemos percibir comunmente. Se asocia con el soporte del cuerpo físico, todos sus tejidos y órganos. Se considera que está de 6 a 15cm de la piel hacia afuera.

El cuerpo emocional

Este cuerpo se asocia a las emociones y todo su sistema de correspondencias anímicas. Se considera un desván de emociones ocultas, no vividas o rechazadas. Algo parecido a lo que Freud denominó inconsciente individual. Posee unos 15 cm de espesor.

El cuerpo mental

Puede apreciarse con mayor facilidad en la zona superior del cuerpo, cerca de la cabeza, y pierde intensidad conforme desciende. Una de las razones que puede llevar a que este cuerpo se afecte es el pensar mecánico, repetitivo, o los patrones negativos de pensamiento. Esta capa del aura tiene entre 15 y 30cm de espesor.

No obstante, puede dilatarse conforme el torrente de pensamientos cesa. La meditación tonifica el cuerpo mental.

El cuerpo astral

Aunque no se puedan percibir normalmente, se considera que los tres primeros cuerpos pertenecen al plano físico. El cuerpo astral es una especie de frontera entre los niveles más cercanos a la materia y los grados de frecuencias más elevados, que son los cuerpos que siguen a continuación.

El cuerpo intuitivo

Este es un archivo energético de todas las experiencias vividas en el plano físico, y se puede percibir en él lo que queda por resolver (aprender o vivir) en los niveles físico y emocional. Las personas que han hecho un trabajo espiritual y tienen menos karma acumulado suelen tener cuerpos intuitivos tersos y livianos, los que no, en cambio, lo tienen denso.

El cuerpo celestial

Como lo indica la palabra “celestial”, este es el cuerpo con el que se establece la conexión de nuestro ser con la energía cósmica. Las personas que pueden percibirlo, sabrán el nivel de desarrollo espiritual que posee su portador. Suele presentarse de forma muy brillante en los aspirantes al Espíritu.

El cuerpo causal

Este es el cuerpo que engloba a los otras seis. Es como una especie de caparazón que los protege, de hecho. En el cuerpo causal se encuentra la información de nuestra manifestación más perfecta y nunca es modificado pues es eterno, y en efecto, aquí se halla el registro de todos nuestros pasos por esta dimensión terrestre.

La energía kundalini

kundaliniLa energía Kundalini se encuentra en la base de nuestro sistema sutil energético, específicamente en el comienzo de la columna vertebral: el hueso sacro.

En esta energía está contenida toda la información en detalle de nuestro Ser. También existe en ella información acerca de nuestros problemas y el modo de solucionarlos.

Al ascender, mientras se medita, a través del canal shuchumna, limpia y equilibra toda la anatomía sutil: chakras y canales. Y es que al despertar la energía Kundalini, se despierta al mismo tiempo todo el potencial espiritual del individuo.

El cuerpo energético: los 7 chakras

Los chackras son vórtices energéticos formados a partir del entrecruzamiento de los canales en su ruta descendente-ascendente. Describen el camino de la energía en su sutilización, desde lo más burdo a lo más sutil, ascendiendo por los planos físicos, emocional, y mental.

Los siete chakras principales, ubicados a todo lo largo de un eje vertical junto a la mitad anterior del cuerpo, son decisivos para el funcionamiento de las zonas más fundamentales y esenciales del cuerpo, del espíritu y del alma del hombre.

Hay que aclarar que estos vórtices de energía son dinámicos, y en efecto, siempre están en movimiento circular. Y es a esta característica, precisamente, que deben su nombre, pues “chakra” significa “rueda”  en sánscrito.

Primer chakra: Muladhara

El primer chacra se encuentra por debajo del sacro, que es la morada de Kundalini. Su aspecto primigenio es la inocencia, cualidad que permite la experiencia del gozo puro, sin la interferencia y limitaciones de los prejuicios y los condicionamientos.

Esta inocencia otorga dignidad, equilibrio y un fuerte sentido de lo que es correcto. Se trata de un tipo de sabiduría que los niños conocen muy bien, pero que se va olvidando progresivamente en el adulto, ajetreado, como está, en las condiciones de la vida moderna. Y es esta cualidad innata la que espera el despertar de la Kundalini para irradiar en toda su belleza y pureza.

Segundo chakra: Swadhistan

El segundo chacra está relacionado con la creatividad, el conocimiento y la atención puras. Es el que nos conecta con la fuente interna de inspiración y nos permite apreciar la belleza que nos rodea. Ahora bien, este tipo de conocimiento no es mental, se trata de lo que los budistas zen llaman conocimiento directo de la realidad no condicionada. En este vórtice se halla la capacidad de atención que se necesita para estar presentes. En el nivel físico, rige la zona inferior del hígado, de los riñones y de la parte baja del abdomen.

Tercer chakra: Nabhi

El tercer chacra nos confiere generosidad y satisfacción feliz. Cuando la energía Kundalini activa este chacra, otorga rectitud y un sentido interno de cosmoética. Cuando la Kundalini despierta y pasa por el este vórtice, el principio del maestro se establece en nosotros. De esta manera, cada cual se hace su propio maestro, su propio guía espiritual, con la capacidad de sentir y solucionar los propios problemas usando la propia Kundalini. Se aloja en el plexo solar.

Cuarto chakra: Anahata

El cuarto chacra, el del corazón, es la morada del espíritu, del ser auténtico. Desde este centro se proyecta a lo exterior el amor y la compasión haciéndonos responsables por nosotros y la especie. En su parte central, a la altura del esternón, se puede percibir como una tierna calidez que da seguridad y confianza plena en uno mismo. Todos los temores se diluyen cuando la Kundalini recorre a Anahata. Se relaciona con el corazón.

Quinto chakra: Vishuddi

El quinto chacra se ubica en la garganta y es el de la socialización. Y es que aporta la energía que se necesita para comunicarnos con los demás. SI está armónico hace que las relaciones sean correctas y sinceras. La culpa propia, o el culpar a otros, bloque a Vishuddi.

 

Sexto chakra: Agna

El sexto chacra se encarga del perdón y la compasión, está asociado al tercer ojo. Y esto solo es posible cuando somos capaces de pasar de la conciencia mental pensante a la conciencia espiritual sin pensamiento. Siendo conscientes de las cualidades de Agna, permitiendo que se abra, nos deshacemos de odios y rencores.

 

Séptimo chakra: Sahasrra

El séptimo chakra es una síntesis de los anteriores, uniendo en sí todas sus cualidades y aspectos. Es el último paso en la evolución de la conciencia humana. Actualmente nos encontramos, como humanidad, ante la posibilidad de despertar este centro energético. Tras el despertar de la Kundalini, Sahasrara nos permite percibir directamente la verdad universal. Se ubica en la coronilla.

El cuerpo sutil: más allá de la mente racional

Como se podrá haber notado, la coherencia del conocimiento de la anatomía energética es tan estable como el que sustenta la anatomía y fisiologías alopáticas. Sin embrago sus orígenes son diferentes. Y en efecto, la primera está basada en una sabiduría visionaria propia de Oriente, mientras que la segunda se fundamenta en la inteligencia tecnológica propia de Occidente.

Hemos querido mostrar al lector con este artículo, que si bien la anatomía energética y sutil que ha investigado las tradiciones espirituales del Oriente antiguo no puede ser captada por los órganos de los sentidos, su fundamento es indiscutible a la luz de nuestra intuición más fundamental.