El 15 de Mayo del 2020, leí con gran alegría la noticia de la demolición de dos torres de enfriamiento de una central nuclear en Alemania, ya que todos sabemos las consecuencias para el medio ambiente, sobre los desechos radioactivos, así como el riesgo que ante posibles catástrofes naturales puedan afectar las centrales atómicas, como lo ocurrido en Japón con la planta nuclear de Fukushima o mas lejos en la historia la explosión nuclear de Chernobyl, que en días pasados volvió a ser noticia por un incendio que amenazó con llegar al núcleo el cual permanece activo emitiendo radiación, y que según los expertos para que esa ciudad sea habitable nuevamente deben transcurrir 20.000 años.

Es así pues como Alemania se posiciona como la Primera Potencia en renunciar a la energía atómica, según una ley aprobada en 2011 y que plantea el desmantelamiento progresivo de las 18 centrales que tiene este país Europeo, antes de que culmine el año 2022.