Cuando en Astrología se habla de aspectos astrológicos, se hace referencia a la configuración que forman unos planetas con respecto a otros dependiendo de la distancia en grados en que se encuentran. Ahora bien, esas relaciones, además de ofrecer unas imágenes geométricas en particular, indican también el tipo de relación psicológica que establecen los planetas entre sí. En este artículo veremos todo lo relacionado con este componente de la astrología.
Del Big Bang a la teoría de la energía psíquica
La astrología, en un nivel, representa la historia y recorrido de la energía desde su origen hasta el momento presente, así opina el astrólogo y físico español José Millán. Y en efecto, de acuerdo a la teoría cosmológica conocida con el nombre de Big Bang, el universo que conocemos proviene de un caos primigenio que se condensó en un átomo tan denso que detonó, dando lugar a todos los planteas, estrellas, cuásares, pulsares, etc.
Hasta aquí, podemos observar cómo la energía (Aries), que proviene del caos (Piscis), se convierte en materia (Tauro). Ahora bien, la materia posee diferentes estados: plasma, sólido, gaseoso y líquido.
Algo similar ocurre con la energía psíquica, tal como la explicó Jung. Sólo que para la psicología profunda el plasma corresponde al Fuego (intuición), el estado sólido a la Tierra (sensación), el gaseoso al Aire (pensamiento) y el líquido al Agua (emoción).
De esta forma los aspectos en astrología nos muestran los patrones de transformación de la energía, tanto universal como psíquica, en la rueda del zodiaco. Y es que este es un esquema de la evolución de la energía cósmica en el universo y en el ser humano, macrocosmos y microcosmos, respectivamente.
Matemáticas y energía zodiacal
Ahora bien, ¿cómo surgen los aspectos? Recordemos que la carta astral es un círculo de 360⁰, pues bien, los aspectos surgen de la división de esta rueda, estos 360⁰, x 1, o x 2, o x 3… Así que lo que se hace es analizar la división del círculo.
Cuando dividimos 360 x 1 tenemos 360, así que cuando dos planetas se encuentran en esta distancia, esto es, juntos, se dice que están conjuntos, o en conjunción. La segunda división es x2, así, 360 x2 es 180, de modo que cuando dos planetas se hallan a 180⁰ decimos que están opuestos. Y si ahora dividimos 180 x2 nuevamente, nos da 90, de este modo, cuando dos planetas se encuentran a 90⁰ uno del otro decimos que están en cuadratura. Seguidamente viene la división x3, así 360 x3 da 120, y cuando dos planetas están a esta distancia uno del otro decimos que están en trígono. Si ahora dividimos 360 x6 (3×2) da 60, así, cuando dos planetas se encuentran a 60⁰ se dice que están en sextil.
Hay que aclarar que muy pocas veces estas distancias entre un planeta y otro van a ser exactas. Así, surge el concepto de orbe. El orbe es el margen de grados que un aspecto puede tener para que siga funcionando.
Por ejemplo, hemos dicho que el trígono es la distancia de 120⁰ que tiene un plantea con respecto a otro, pues bien, este aspecto posee un orbe de 5⁰, esto es, si Júpiter, pongamos por caso, se encuentra a 120⁰ de Marte estarán en trígono, pero también los estará, si se encuentra a 115⁰ o 125⁰. Es decir, 5⁰ por debajo o por encima de la distancia ideal: 120⁰.
La conjunción: fusión
Cuando dos planetas se encuentran en conjunción sus energías se funden, confunden, llegando a co-fundar una tercera energía. Cuando son tres planetas o más los que se hallan conjuntos, a esta unión se le llama stellium. En este caso la energía del stellium vendrá dada por la suma de la energía de los tres o más planetas que lo forman.
La conjunción, además, es un aspecto muy dinámico, que hace que el nativo sea impulsado por él al quehacer, sea este físico o psicológico. La conjunción, pues, no será vivida de manera pasiva, sino que, por el contrario, el nativo la actuará como protagonista.
Para interpretar el modo de operar de una conjunción en una carta astral determinada, ha de conocerse a fondo la energía que posee cada uno de los planetas que conforman el aspecto. Se deberá tener en cuenta, en este sentido, la compatibilidad, o no, de estas energías.
Un ejemplo, una conjunción Marte Sol unirá las energías de estos dos planetas que son compatibles. Ambos planetas rigen signos de Fuego: Marte a Aries, el Sol a Leo. Así que tendremos al Sol, la energía creativa, con Marte, la energía de autoafirmación.
Esta unión de fuerzas hará que el nativo salga al mundo a mostrase en todo su esplendor. Se puede decir que sus creaciones serán formas de autoafirmación, o que su principal creación será el nativo mismo. Este aspecto dará autoconfianza, brillo, productividad. Pero probablemente también sea un aspecto un tanto narcisista, poco empático, altanero.
Si el aspecto, en cambio, se da entre dos planetas cuyas energías no son compatibles, Urano-Saturno por ejemplo (el primero de Aire y el segundo de Tierra), la situación será diferente. Y en efecto, por un lado tenemos a Urano que busca a toda costa cambiar lo viejo por lo novedoso, y por el otro lado tenemos a Saturno que protege al yo de cualquier cambio que amenace su identidad conocida.
En casos así uno de los dos planetas usurpará la identidad del otro, lo parasitará, y buscará actuar de acuerdo a su propia doctrina. En este caso puede suceder que Urano arrastre a Saturno y lo obligue a trabajar para sí, haciendo que el nativo se identifique más con el cambio que con la conservación.
Como compensación, es posible que en un momento posterior de la vida, el nativo, si ha ganado consciencia, utilice la energía estructuradora de Saturno para consolidar los cambios que le ha traído Urano a su vida y así le dé solidez a lo nuevo. El hecho de que sea uno u otro el planeta que tome la delantera, dependerá de la situación global del tema natal del nativo.
La oposición: El reto por lograr el equilibrio
La oposición es un aspecto que sitúa a dos planetas uno frente al otro, esto es, los enfrenta y confronta. Se trata del encuentro con el otro y su dinámica psicológica: proyección-cooperación.
Lo mismo que afirmamos sobre el tipo de energía, compatible o no, en el caso de la conjunción, aquella deberá tenerse en cuenta al momento de interpretar la oposición. Sólo que en este caso por tratarse de un aspecto que nos sitúa ante la dualidad, si las energías de los planetas implicados en el aspecto es incompatible, el efecto será que la oposición se manifieste con más poder en el tema natal del individuo.
Toda oposición implica, por otra parte, un aspecto que el nativo tiene que trabajar a lo largo de su vida. El reto consiste en llegar al equilibrio de estas dos fuerzas antagónicas. En términos dialécticos, se trata de, teniendo un tesis y una antítesis, lograr la síntesis.
De este modo las oposiciones son oportunidades para ganar consciencia, para desarrollar el camino de la autorrealización. Y es que se manifiestan como crisis, las cuales, además de comportar un peligro, también ofrecen la oportunidad de salir reforzados y mejor desarrollados como seres humanos.
Si entendemos que la oposición es una ley natural: cielo- tierra, hombre-mujer, día-noche, sístole-diástole, inspiración-expiración, dentro-fuera; entenderemos que son necesarias para el desarrollo de la existencia. Tal como lo expresa el I Ching:
Los antagonismos entre cielo y tierra, espíritu y naturaleza, hombre y mujer, generan, gracias a su conciliación, la creación y procreación de la vida
I ChingLa cuadratura: conflicto y autorregulación
Este es un aspecto de tensión estructural. Y e efecto se trata del aspecto de los obstáculos y conflictos que debemos resolver mediante la negociación con el fin de llegar a autorregularnos.
A diferencia de la oposición, en la que ambos planetas se encuentran frente a frente, y por ende la lucha es visible, confrontable; la cuadratura, al situar a los planetas a 90⁰ uno de otro, hace que el conflicto no sea percibido directamente, sino de forma diagonal.
Mientras que en la oposición el conflicto se expresa generalmente de forma externa: el padre, la pareja, el gobierno, el jefe, los hijos (dependiendo del planeta, las casas que estos ocupen y los signos en que se encuentren), el conflicto de la cuadratura será por lo general interno.
De este modo, la cuadratura creará obstáculos internos al nativo, pero también los resultados de trabajar conscientemente una cuadratura otorgarán a este grandes tesoros internos. En efecto, las cuadraturas pueden forjar personas muy resilientes. Ahora bien, una cuadratura no trabajada por lo general se manifestará en lo externo en forma de divergencias con otros.
Y es que la cuadratura suele manifestarse como desacuerdo: hay dos planetas que tienen observaciones, críticas, diferencias con otro. Una cuadratura Marte-Venus, por ejemplo, hará que el yin y el yang internos del nativo, estén en desacuerdo entre sí.
Si se trata de un hombre, puede ocurrir que no se sienta a gusto con su parte femenina (ese arquetipo que Jung denomino el ánima y que constituye lo femenino en la psique del hombre). Si esta persona no entra en cuenta de lo que ocurre en el interior de su psique, la cuadratura se manifestará entonces en la vida del individuo y podrá ser una persona que tiene siempre reparos con respecto al sexo opuesto.
O puede ocurrir también que se encuentre con mujeres que le critican su forma masculina de ser. Todo lo cual lo llevará a hacer consciencia de su manera de relacionarse con el sexo opuesto y por derivación a “ver” ese conflicto en el interior de su propia psique.
La salida, luego de que se ha asumido que ambos planetas se encuentran en disputa, será permitirle a ambos expresarse, cada uno en su momento, y no reprimir la energía de ninguno. De este modo el nativo cumple con ambas manifestaciones de su ser, las dos legítimas, y su vida se enriquecerá.
Esto indica que no se debe luchar contra una cuadratura, sino por el contrario, buscar la línea de menor resistencia, como hace el agua en la naturaleza, que corre siguiendo los accidentes del terreno, rodea los obstáculos, no lucha contra ellos, y sin embargo llega hasta el mar. El Tao te King lo expresa así.
Lo más blando del universo, vence a lo más duro del universo. Lo que no tiene sustancia, puede entrar donde no hay espacio. Por eso conozco el valor de la no acción
I ChingEl trígono: Fluidez y estabilidad
Así como la conjunción pertenece a la serie del 1 y la oposición y la cuadratura pertenecen a la serie del 2, el trígono y el sextil corresponden a la serie del 3 (que resulta, como ya se dijo, de dividir la rueda zodiacal de 360⁰ x 3=120⁰).
Este es un aspecto que al tiempo que da fluidez, otorga estabilidad. Las cuadraturas y las oposiciones se transforman a lo largo de la vida del nativo, como hemos dejado en evidencia. Una cuadratura Venus-Marte evoluciona de acuerdo a la evolución que sufre el nativo, puede presentarse de manera interna y luego exteriorizarse, por ejemplo.
El trígono, en cambio, es estable. Un trígono Venus-Marte va a dar en el nativo una gran fluidez entre el yin y el yang interno del nativo, mientras que en lo exterior le proporcionará muy buenas relaciones con el sexo opuesto. Y esto será así desde la infancia de la persona hasta su ancianidad. De modo que el trígono nos da fluidez en la vida pero no la transforma.
La ley del trígono también se encuentra en la naturaleza, se trata de la fluidez de todo lo que ocurre sin que nos demos cuenta: la mayor parte de los procesos orgánicos regulados por el sistema nerviosos autónomo: respiración, digestión, circulación de la sangre… no tenemos que hacer nada para respirar, este proceso ocurre por sí mismo.
Esto nos da una idea de cuál es el lado “oscuro” del trígono, y es que podemos dar por sentada esa energía fluida y ser autoindulgentes. Así como la oposición y la cuadratura son inestables y por esta razón nos empujan a la acción, el trígono por ser tan fluido y estable puede producir en nosotros inacción.
Así que los aspectos del 3, sobre todo el trígono, dan confort pero no empuja a que vayamos en pos de lo que necesitamos para nuestra evolución. Las personas con aspectos muy fluidos y sin casi o ningún aspecto tenso, suelen llevar vidas cómodas y poco arriesgadas.
El sextil: facilidad y oportunidad
El sextil es otro aspecto fluido, en este caso otorga facilidad al nativo y mucho dinamismo. Se diferencia del trígono en que aquél es más perceptible, es decir, el sextil se siente, el nativo sabe que tiene una oportunidad y puede aprovecharla.
En el sextil hay que salir y accionar, el nativo deberá hacer algo para que el potencial que representa ese aspecto se actualice, se lleve a cabo. Al igual que en el trígono, los dos planetas aspectados en el sextil están en colaboración mutua, pero en este caso se hace necesario actuar y no dejar que todo llegue por arte de magia.
Bien trabajados, los sextiles producen gran estabilidad (como el hexágono que es la figura geométrica más estable) tan necesaria para compensar la inestabilidad que producen las oposiciones y cuadraturas.
Los aspectos: vínculos entre los planetas
Siendo los planetas los actores del zodiaco, los aspectos son los vínculos que se establecen entre estos. De manera que dos o más planetas se relacionarán de un modo determinado dependiendo del aspecto que los una. De manera más fluida el sextil y el trígono, de forma más tensa la oposición y la cuadratura, y en forma de fusión en el caso de la conjunción. La consideración de los aspectos es de capital importancia al momento de hacer una interpretación astrológica efectiva.