La tos es un mecanismo que utiliza nuestro cuerpo para expulsar de los pulmones elementos nocivos y mantener limpias las vías respiratorias. Sus causas pueden ser diversas. Solemos toser cuando inhalamos sustancias irritantes (humo, polvo, elementos químicos).
También podemos toser debido a alergias, asma, tabaco o reflujo ácido. Existe así mismo una tos de origen nervioso, pero la más común es la que se deriva de una infección en nuestro sistema respiratorio (resfriado, gripe).
Existen dos tipos de tos: la tos seca o improductiva, que no va acompañada de mucosidad y la tos productiva o húmeda, que es aquella en la que se produce expectoración o expulsión de moco. Tanto la tos seca como la productiva pueden tratarse eficazmente con medicina natural. Existen numerosas fórmulas, aquí vamos a ofreceros una recopilación de los remedios naturales más populares.
Cómo combatir la tos seca con medicina natural
La tos seca, la que no produce expectoración, irrita la garganta y las vías respiratorias y resulta muy molesta, por lo que requiere un tratamiento rápido. En ocasiones, este tipo de tos evoluciona hacia una tos blanda. La mejor forma de combatirla es tomar bebidas calientes, como sopas y tés (jengibre, limón, menta, regaliz o tomillo) y desinfectar la zona con gárgaras de agua tibia y sal.
La miel, nuestra gran aliada
La miel es, sin lugar a dudas, uno de los productos estrella en el tratamiento de la tos y del resfriado en general. Es antiséptica, bactericida y calmante y además proporciona energía. Para combatir la tos seca, bastará con tomar una cucharada de miel oscura tres veces al día. Otra opción útil es mezclar un poco de miel con leche tibia y beber el líquido a sorbos.
Cebolla para la tos
La cebolla, al igual que el ajo, es un vegetal sumamente beneficioso para la salud, ya que posee propiedades desinfectantes y antiinflamatorias. Se puede preparar de diferentes maneras en el tratamiento contra la tos.
Una forma sencilla es picar una cebolla, añadirle dos cucharadas de miel y dejarla reposar media hora hasta que suelte sus jugos. Luego la tomaremos como si fuese un jarabe. También una cebolla abierta en la mesita de noche ayuda bastante a cortar la tos nocturna.
Almendras y chocolate
Las almendras son igualmente un excelente remedio. Tomamos un puñado de este fruto seco y lo ponemos una noche en remojo. Al día siguiente les quitaremos la piel, las trituraremos y formaremos una pasta añadiendo mantequilla, azúcar y, si nos apetece, un poco de zumo de naranja. Una cucharadita de esta mezcla un par de veces al día nos ayudará a combatir la tos.
El chocolate también puede ser un buen aliado durante los ataques de tos. La teobromina, su principal componente, posee un efector inhibidor de la tos que puede ser más efectivo que los jarabes a base de codeína.
Jarabe de anís verde, clavos y manzanilla
Los molestos ataques de tos seca pueden aliviarse con jarabes caseros, que podemos elaborar fácilmente con ingredientes a nuestro alcance. Cogemos un puñado de clavos, anís verde y manzanilla y lo ponemos a infusionar durante 5 minutos.
Después de dejarlo reposar lo colaremos y le añadiremos abundante miel y jugo de limón. De esta manera obtendremos un delicioso jarabe que podremos conservar en un tarro de vidrio.
Cómo combatir la tos húmeda con remedios naturales
La tos húmeda o productiva es beneficiosa, porque ayuda a eliminar de los pulmones las flemas o mocos que producimos cuando estamos resfriados. Las flemas pueden ser de tres colores: blanca o transparente, amarilla y verde. La blanca o transparente es el moco normal, mientras que la amarilla y la verde indican que el organismo está luchando contra alguna infección en las vías respiratorias.
Vapores de eucalipto
Es uno de los remedios caseros más antiguos y eficaces en el tratamiento de la tos blanda. Podemos hacer vapores solo con agua, pero resultan más efectivos añadiendo plantas medicinales, como eucalipto, menta, sauco, tomillo o salvia. Casi todas poseen efectos mucolíticos y expectorantes.
Para poner en práctica este remedio colocaremos una olla con agua a hervir a la que añadiremos un puñado de hojas medicinales. Pasados unos minutos retiraremos la olla del fuego y acercaremos la cabeza para inhalar los vapores. Es importante cubrirnos la cabeza con una toalla para aprovechar al máximo el vapor.
Caldos de pollo e infusiones de ajo y jengibre
Los caldos y sopas calientes, en especial los de pollo, son muy buenos para combatir los resfriados y hacer más fluidas las secreciones. El remedio es más efectivo si añadimos un poco de ajo y jengibre.
El ajo es un antibiótico natural y fortalece el sistema inmunitario. Podemos comerlo crudo o en infusión, lo mismo que la cebolla. Para ello pondremos agua a hervir con un diente de ajo. Al cabo de cinco minutos ya podremos beber la infusión. En el caso de la infusión de cebolla, podemos endulzar el líquido con unas gotas de miel, y añadirle un poco de limón y jengibre.
El jengibre tiene también propiedades expectorantes y podemos tomarlo en sopas o con leche. Para preparar este remedio solo tenemos que rallar un trocito de jengibre fresco y añadirlo a un vaso de leche muy caliente. Es conveniente tomar el preparado antes de ir a dormir, ya que nos ayudará a respirar mejor y a conciliar el sueño.
Miel, limón y propóleo
Como ya explicamos anteriormente, la miel de abejas es un potente aliado contra los resfriados. Para ayudar en la expectoración de moco, podemos tomarla sola, con leche, o mezclada con agua y limón. El limón, por su parte, tiene un alto contenido de vitamina C y favorece las defensas. Una forma fácil de combinar miel y limón, es poner un vaso de agua a calentar y añadirle el cítrico exprimido junto con una cucharadita de miel.
Las abejas son muy productivas. No sólo fabrican miel, también nos proporcionan propóleo o própolis a partir de las yemas de los árboles. Esta sustancia, que las abejas utilizan para sellar las colmenas, tiene efecto antibiótico y antibacteriano y podemos encontrarla fácilmente en los herbolarios. Contiene polen.
Consejos útiles para la tos y el resfriado
Y para acabar, aquí van algunos consejos útiles que os harán más llevadero el resfriado y la tos:
- Hidrátate constantemente con líquidos calientes, inhalaciones o humedeciendo el ambiente. Eso ayudará a reblandecer las flemas.
- Bebe abundante agua.
- Suaviza la garganta con caramelos o pastillas de regaliz.
- Coloca compresas de agua tibia alrededor del cuello, ayudarán a calmar la tos.
- Moviliza las secreciones de los bronquios dando palmaditas en la espalda y lateral del tórax.
- Mantén limpia de mocos la nariz. Suénate, te ayudará a respirar mejor.