Fitoterapia
Históricamente, uno de los primeros hallazgos en la medicina es el uso curativo de plantas. Y en efecto, a partir de pruebas arqueológicas se puede determinar que las plantas medicinales fueron el primer recurso usado por el Homo sapiens para sanar sus enfermedades. En este artículo pasaremos revista al concepto de fitoterapia, sus orígenes, usos, recomendaciones, y todo lo que se necesita saber del milenario poder curativo de las plantas.
¿Qué es la fitoterapia?
Antes de que existiera la medicina occidental moderna, a principios del siglo XX, el humano apeló a los recursos que le proveía la naturaleza para tratar sus enfermedades. Bien sea a través de métodos sofisticados como la acupuntura, de ejercicios respiratorios como el Qi Gong, o simplemente a través de la ingesta de insumos vegetales, animales o minerales.
En la mayoría de las culturas el reino más usado para tratar patologías orgánicas es el vegetal. Y es que, dadas las características metabólicas de las plantas, estas se constituyen en un poderoso medio de principios químicos activos que actúan de manera muy eficaz en el organismo.
De esta manera cada civilización, sobre la base de su flora endémica, desarrolló sistemas de curación basados en las plantas medicinales. A estos sistemas curativos a base de plantas, que implican no solo un repertorio medicinal, sino también sus modos de preparación, dosificación, estudio de efectos adversos, etc, es a los que se le ha dado el nombre de fitoterapia.
La acuñación del término se lo debemos al médico francés Henri Leclerc, quien creó el neologismo para referirse a una terapia natural basada en la utilización de plantas medicinales con fines curativos.
Fitoterapia, breve historia
En los registros históricos de todas las culturas existen datos del uso medicinal de plantas. Se sabe de este arte curativo por tablillas de arcilla halladas en Mesopotamia y Egipto. Pero también por datos que tenemos de Bernal Díaz del Castillo y Hernán Cortés sobre loa aztecas de la época de la conquista española en el México de Moctezuma.
En la Medicina Tradicional China, existen, del mismo modo, noticias de la importancia de la fitoterapia entre los antiguos chinos. De manera que el origen de la fitoterapia no puede hallarse en una región y época determinadas, pues parece ser un hallazgo connatural al hombre de todas las regiones del mundo en los inicios mismos de cada cultura.
Paracelso y el origen de la fitoterapia occidental
El controvertido Paracelso (Felipe Aureolo Teofrasto Bombasto de Hohenheim), médico, alquimista, botánico, astrólogo y filósofo de comienzos del renacimiento, determinó que las plantas poseían un principio activo que, al ser utilizado con fines médicos podían curar un buen número de enfermedades.
Pero también fue él quien adjudicó a las plantas, además de principios químicos curativos, poderes mágicos que las hacían especialmente favorables para la curación de cualquier patología.
Obedeciendo a sus conocimientos alquímicos, herméticos y astrológicos, Paracelso creó un método de identificación para saber qué planta es útil en determinada enfermedad. Sus principios de asociación son utilizados hoy en día por algunas escuelas de fitoterapia.
Actualmente, estas dos maneras de comprender el poder curativo de las plantas son las que prevalecen en Occidente. La primera (el poder de los principios activos), se encuentra en las escuelas de tendencia más farmacéutica, la segunda (el poder mágico de las plantas) es usado por las tendencias más esotéricas.
Hay también enfoques terapéuticos que equilibran estos dos modos de comprender la fitoterapia. Y son estas miradas integrativas las que nos interesan particularmente.
Lo similar cura lo similar
Esta proposición griega corresponde a Hipócrates. Luego se convertiría en la base teórica de la homeopatía. También fue usada por Paracelso. Y en efecto, el médico suizo la usó para explicar que la similitud física que una planta tiene con un órgano del cuerpo humano, es una guía para determinar la eficacia de aquella en este.
Un ejemplo son las nueces, cuya similitud con el cerebro humano, dividido en dos hemisferios, es asombrosa. Pero más asombroso es saber que la ciencia actual posee datos confiables sobre el efecto medicinal que las nueces tienen sobre algunas afecciones del sistema nervioso central.
Pero la similitud no solo es morfológica, sino también cromática. Es así que en Sudamérica se usa el jugo de las zarzamoras y de la remolacha para elevar los valores de hemoglobina en la sangre, dado el parecido de color de aquellas con esta. Y en los Alpes se han usado las blancas cabezas florales de edelweiss para aumentar el flujo de leche materna en las mujeres lactantes.
Astrología y fitoterapia
Paracelso también fue pionero en relacionar los planetas del sistema solar con el cuerpo humano y en este sentido con las plantas curativas. Este principio, retomado por la antroposofía, se fundamenta en el hecho de que cada planta está regida por un planeta.
De este modo el diente de león, por ejemplo, estaría gobernado por el planeta Júpiter, quien además es el gobernante del hígado, luego, el diente de león es bueno para tratar las patologías hepáticas.
Estas formas de razonamiento analógica-ocultista se aplican a toda la herbolaria que inventarió Paracelso. Y es muy significativo que actualmente los seguidores de Rudolf Steiner, estén redescubriendo estas relaciones en la agricultura biodinámica.
Los principios activos en las plantas en fitoterapia
La homeopatía fundamenta su eficacia sobre la base de la obtención de esencias energéticas a partir de la dilución y dinamización de los principios activos de los elementos naturales que utilizan.
En cambio la fitoterapia basa su terapéutica en el uso de los principios activos, químicos y orgánicos, con propiedades medicinales de las plantas.
Un principio activo puede tratarse de una sustancia química pura o de una mezcla de sustancia. Entre los principios activos puros tenemos los alcaloides y los heterósidos, por ejemplo. Entre los principios activos compuestos, en cambio, están los aceites esenciales y las resinas.
Concentración de principios activos y toxicidad
Cada principio activo a su vez se divide en un alto número de derivados que poseen no solo orígenes distintos, sino aplicaciones diferentes. En este sentido es importante tener muy en cuenta la concentración de los principios activos de los remedios fitoterapéuticos que se utilizan.
Y en efecto, si se utiliza un principio activo en una concentración que supere el umbral máximo en un remedio fitoterapéutico, puede ocasionar en el paciente una intoxicación. Ahora bien, si el remedio no alcanza el umbral mínimo de concentración necesario, este no tendrá efecto al momento de su ingesta.
Fitoterapia: usos y funciones
Hay que establecer una distinción básica entre la fitoterapia y la medicina sintética o moderna. La medicina convencional busca aliviar los síntomas que presenta el paciente a través de medicamentos sintéticos que actúan sobre esta sintomatología.
La fitoterapia, en cambio, tiene como objetivo ir a la causa de la enfermedad y sanarla de raíz. Lo cual, tarde o temprano, aliviará también el síntoma.
En este sentido, la fitoterapia actúa directamente en el órgano disfuncional. Pero también en el sistema general en el cual está inscripto este órgano. Además, actúa en los sistemas que se relacionan de manera indirecta con la dolencia que presenta el paciente.
Un ejemplo de lo que planteamos aquí puede el que sigue. Un paciente presenta dolor hepático, acompañado de ardor en los ojos y dificultades olfativas. La medicina convencional utilizaría para tratar a este paciente un medicamento que alivie cada síntoma por separado. Un analgésico que quite el dolor en el hígado, un colirio con cortisona para aliviar el ardor ocular, y algún remedio esnifado para el problema olfativo.
Un fitoterapeuta, en cambio, luego de un diagnóstico diferencial, sabrá que los tres síntomas descritos están relacionados entre sí, de modo que tratará el órgano comprometido directamente: el hígado.
Podrá indicar, por ejemplo, un zumo de Aloe vera para depurar tanto el órgano como la sangre. Pero también recomendará realizar baños de asiento con diente de león. Eso, además de actuar sobre el sistema hepático, ayudará al sistema digestivo que se encuentra involucrado de forma indirecta en este proceso patológico.
De esta manera, el órgano enfermo, su sistema y el organismo en general del paciente se verán beneficiados al ser tratados de manera integral, sistémica, y no de manera reduccionista, atendiendo cada síntoma por separado, como si entre estos no existiera ninguna relación.
Así, la fitoterapia actúa para sanar una gran variedad de lesiones tanto internas como externas al organismo. También promueve el adecuado funcionamiento del sistema inmune. Ayuda al mantenimiento y eficiente función del sistema nervioso. Sirve también como tratamiento de enfermedades cardiovasculares, y un largo etc.
La recolección de las plantas en fitoterapia
Existen dos fuentes de plantas para fines terapéuticos: las naturales y las cultivadas. Ahora bien, independientemente de la fuente de las plantas medicinales, hay ciertas normas de recolección que son de idéntica aplicación sin importar que las plantas se encuentren en su ambiente natural o sean plantas cultivadas.
Como norma general, al recolectar una planta medicinal se debe tener en cuenta que esta debe estar en perfectas condiciones, eliminando aquellas plantas que posean órganos subdesarrollados o partes en mal estado: tallo débil u hojas con agujeros, por ejemplo.
Ahora bien, según la parte de la planta que se necesite para elaborar el remedio curativo, existen una serie de normas de recolección. Estas normas, a su vez, estarán sujetas a criterios evolutivos (propios de la evolución de la planta) y criterios cosmobiológicos (relativos al momento en que se debe hacer la recolección).
En cuanto al primer tipo de criterio, la planta debe ser recolectada durante el momento en que sus aceites volátiles alcanzan una mayor concentración, es decir, en el período inmediatamente anterior a la fructificación.
En cuanto al segundo criterio, se tendrá en cuenta, por un lado, que el momento de la recolección sea un día seco y siempre antes del mediodía. Por otra parte, se atenderá a la fase de la luna en que se recolecte y al paso de esta por el cinturón zodiacal.
La recolección de las hojas
Las hojas deben recolectarse antes de que florezca, pues así mantiene su aroma natural y los aceites volátiles se hallarán en su mejor estado.
Por otra parte, la sabia de la planta estará presente en las hojas en mayor proporción durante la luna creciente. Así mismo deberá preferirse que la luna se encuentre en una constelación perteneciente al elemento agua, que es el momento en que el poder curativo de la planta se aloja en las hojas. Las constelaciones de agua son: Cáncer, Escorpio y Piscis.
La recolección de las flores
El mejor momento para recoger las flores es cuando estas comienzan a abrirse o cuando ya están abiertas del todo, pero nunca en la etapa intermedia.
Desde el punto de vista cosmobiológico, la fase lunar apropiada es la luna llena, momento en que la energía de la planta se encuentra en la flor. Por su parte, las constelaciones más apropiadas son aquellas que pertenecen al elemento aire: Géminis, Libra y Acuario.
La recolección de las semillas
Las semillas deben recolectarse en un estado intermedio entre su desarrollo máximo y la madurez. Es decir, deberá esperarse a que la semilla haya alcanzado su nivel de crecimiento pleno, pero deberá evitarse que esté totalmente madura.
Para almacenarlas, que sea preferiblemente en bolsas de tela, nunca de plástico pues corren el riesgo de pudrirse.
La mejor fase lunar para la recolección de semillas es menguante, pues en este periodo lunar la sabia de la planta no ha ascendido más allá del tallo, lo que hará que las semillas que se recolecten en esta fase no se descompongan con facilidad.
Las mejores constelaciones para las semillas son las que pertenecen al elemento tierra: Tauro, Virgo y Capricornio.
La recolección de los frutos
Cuando es para uso medicinal, los frutos de las plantas se recolectan en plena madurez, y antes de que comiencen a decaer.
Dependiendo del uso que se le dará al fruto la fase lunar puede variar. Si se va a utilizar para hacer una preparación en el momento será mejor su recolección en la luna creciente, mientras que si se va a desecar el fruto o a conservarlo de cualquier modo se deberá hacer en fase menguante.
En cualquier caso los frutos deben recogerse cuando la luna esté transitando por una de las constelaciones pertenecientes al elemento fuego: Aries, Leo o Sagitario.
La recolección de los tallos
Los tallos con fines medicinales se recolectan según sea el tipo de la planta. Los de tipo herbáceo deberían ser segados entre primavera y verano, siempre antes de la floración, mientras que los de tipo leñoso deberán recolectarse entre el otoño y el invierno.
Los tallos pueden ser recolectados indistintamente en fase menguante o creciente. Tampoco es importante la constelación que esté transitando la luna en el momento de la recolección.
La recolección de las cortezas
Las cortezas se recolectarán en primavera si se trata de árboles, o en otoño si son de arbustos. Es conveniente cosecharlas al final del ciclo de la planta o antes de que florezca.
La fase lunar en que deberá hacerse esta labor será siempre menguante y preferiblemente en una constelación de tierra.
La recolección de las raíces
Del mismo modo la extracción de las raíces depende del ciclo de la planta. No obstante la mayoría se recolecta en otoño, pero hay algunas pocas raíces que se cosechan en primavera.
La fase lunar en que deberá cosecharse la raíz es la menguante. Y siempre en una constelación del elemento tierra.
Formas de administración de los remedios de la fitoterapia
Al igual que los remedios sintéticos convencionales, los remedios de la fitoterapia pueden ser administrados por diferentes vías. Todo dependerá de la acción que quiera obtener el médico fitoterapeuta. Estas vías son: líquida, semilíquida o sólida.
Fitoterapia: administración de remedios por vía líquida
Esta es una de las formas más utilizadas, comprende toda una gama de maneras de preparar los remedios fitoterapéuticos usando como base algún líquido, sobre todo agua. Entre los principales tenemos:
Infusión
Se trata de la extracción de los principios activos de la planta sumergida en agua. En esta acción, no muy prolongada, se deja cocinar el remedio a una temperatura cercana a la ebullición. Luego se deja reposar la infusión por 30 minutos aproximadamente.
Infuso
En este caso se lleva el agua hasta el grado de ebullición, momento en el que se agrega la planta y se apaga inmediatamente. Luego de 5 minutos de maceración con el recipiente tapado se puede ingerir el remedio.
Decocción
Se lleva el agua hasta la ebullición, momento en el que se agrega la planta. Luego se deja cocinar por un lapso de entre 5 a 20 minutos. Transcurrido ese tiempo se retira del fuego y se deja enfriar para ser consumido el remedio.
Tisana
En la tisana participan varias plantas. Y en efecto, en este caso se trata de crear una sinergia uniendo principios activos con otros coadyuvantes. El remedio se puede obtener a través del proceso de infuso o decocción.
Fitoterapia: administración de remedios por vía semilíquida
Esta forma suele ser usada sobre todo para aplicaciones tópicas o externas. Las principales maneras de crear remedios fitoterapéuticos semilíquidos son:
Pomadas
Es una forma fitoterapéutica blanda y untuosa de uso externo. Dependiendo de los principios activos involucrados en este remedio y del nivel de emoliencia que se desee pueden ser: ungüentos, gel o crema.
Pasta
La pasta es una crema a la que se le agrega una cantidad considerable de polvos insolubles. Se usa sobre todo en patologías cutáneas y hasta bucales.
Emplasto
Aunque el emplasto es una preparación sólida, se considera que su administración es semilíquida porque al aplicarlo se reblandece con la temperatura corporal.
Fitoterapia: administración de remedios por vía sólida
En este caso, se trata de una forma de administración por vehículos que se encuentran en estado sólido. Los principales son:
Remedios masticables
En este caso el remedio se presenta en polvo o de forma triturada. La manera de ingerirlo es masticándolo o diluyéndolo en agua.
Cápsulas
Esta es una vía de administración que cada vez se hace más frecuente. También es una manera muy práctica de ingerir remedios fitoterapéuticos. Existen un buen número de laboratorios confiables que se dedican al procesamiento de plantas medicinales para elaborar cápsulas con sus principios activos en extractos secos.
Repertorio de fitoterapia: 7 plantas fundamentales que no pueden faltar
Todo sistema terapéutico cuenta con un repertorio de remedios destinados a curar las patologías que se encuentran en el ámbito de su diagnosis. Las baterías de remedios fitoterapéuticos son innumerables, sobre todo porque no hay una sola escuela de fitoterapia, por el contrario, abundan los enfoques y especialidades.
De este modo, con estos poquísimos remedios que exponemos a continuación, no pretendemos en modo alguno reducir el amplio espectro de la fitoterapia. Por el contrario, solo deseamos dar a conocer unas pocas plantas medicinales de uso universal y exponer sus propiedades curativas.
Achicoria (Cichorium intybus)
Perteneciente a la familia de las chicoriáceas, al igual que el diente de león, la Achicoria mueve los humores flemáticos, elimina los bloqueos del hígado, de la vesícula biliar y del bazo.
De este modo, está indicada en todas las patologías hepáticas y es usada en forma de infusión o decocción. Todo dependerá de la patología que curse el paciente. En el caso de depuraciones del órgano, de la sangre o de la vesícula biliar es preferible la infusión. Para los dolores del hígado o expulsión de cálculos biliares actuará mejor en decocción.
La planta puede ser usada también, y con fines curativos, en la dieta diaria. Y en efecto, sus hojas suelen ser empleadas en ensaladas. Por su parte, de la raíz de la achicoria tostada se produce un café de sabor más amargo que el tradicional y que es un gran depurador hepático.
Verbena (Verbena officinalis)
Es una planta robusta que alcanza hasta un metro de altura y que florece desde el solsticio de verano hasta el equinoccio de otoño.
El ungüento de verbena alivia los dolores causados por tumoración en la zona genital. Y en general es un excelente remedio vulnerario que, por su acción constrictora, es capaz de curar heridas muy profundas si es usada en pomadas.
De modo general doma e implanta disciplina en todo lo blando que gotea y se disuelve. En compresas calientes alivia el dolor de muela, las heridas purulentas y los accesos.
También, en forma de tintura, combate el agotamiento, anemia, cálculos biliares, renales y la hidropesía. Por su parte la tisana de verbena es calmante, antiespasmódica, diurética y estimula el sistema nervioso. En las mujeres estimula la secreción de leche y regula la menstruación.
Vid (Vitis vinifera)
La vid es una trepadora leñosa, cuyas raíces se hunden hasta 20 metros de profundidad. Es tan longeva que en ocasiones supera los seis siglos de edad.
Aunque el producto más conocido de la vid es el vino, esta planta posee numerosos poderes y aplicaciones curativos. Las hojas de vid en decocción cura inflamaciones debido a su acción astringente.
El zumo de la fruta tiene efectos diuréticos y laxantes. Es ideal para personas que estén recuperándose de cualquier enfermedad pues es un excelente depurativo de la sangre. Cuando se ayuna, la uva es muy útil como único alimento por su gran cantidad de potasio.
Este zumo es también benéfico para las dolencias renales. En decocción alivia los trastornos respiratorios, limpia los pulmones y aumenta la resistencia en general.
Sábila (Aloe vera)
De origen probablemente árabe, esta planta nace en arenales y hasta una altura de 200 mts sobre el nivel del mar de forma óptima.
Posee varios poderes curativos, tanto internos como externos. En un primer momento, el sumo de los cristales de las hojas del Aloe vera es usado como depurativo de la sangre, teniendo efectos regenerativos sobre el hígado, llegando incluso a curar algunos tipos de cirrosis hepática.
En cápsulas con la planta desecada es usada de manera excepcional como laxante y regulador de las funciones gastrointestinales.
A escala externa se usan sus cristales como un inmejorable ungüento para curar quemaduras, tiene igualmente efectos no solo regenerativos en la piel, sino que es un potente antibiótico natural.
Se usa también en la fabricación de jabones medicinales, cremas, champú, e incluso como agente activo en cosméticos para embellecer la piel y el cabello.
Ginseng (Panax ginseng)
Es una planta vigorizante y un gran oxigenante cerebral. En Asia se conocen sus propiedades curativas milenarias, pues este remedio fitoterapéutico se encuentra reseñado en los más antiguos herbolarios de la Medicina del Extremo Oriente.
No es casual que siendo la raíz de esta planta la que posea propiedades medicinales, se le haya llamado la raíz de la juventud. Existen, en efecto, testimonios de cómo en la alquimia interior taoísta el remedio era usado, junto a prácticas de la alquimia exterior, para promover la longevidad de los emperadores. De allí que se le conozca también como «la hierba real».
Aunque fue introducida en Europa desde el siglo IX por un médico árabe, no es sino en el siglo XVIII que se conoce ampliamente. Hoy día en casi todos los herbolarios tanto occidentales como orientales esta planta está presente.
Se indica sobre todo como relajante del sistema nervioso y por esta razón en estados de fatiga general, tanto física como mental.
Arándano rojo (Vaccinium macrocarpon)
Esta planta medicinal de la cual se usan sus bellos y rojos frutos en forma de bayas, es originaria de Norteamérica. Su hábitat natural son los bosques altos y prefiere las zonas húmedas y musgosas. Sin embargo sus poderosas cualidades resilientes hacen que pueda crecer también en suelos arenosos.
Es un excelente depurativo de las vías urinarias y se prescribe aún en medicina sintética cuando la persona se ha hecho resistente a los antibióticos que se utilizan para tratar las infecciones urinarias.
Sauce (Salix vitellina)
Este árbol de crecimiento rápido rebosa de vitalidad, solo basta poner las ramas cortadas en el suelo para que echen raíces. No obstante, así como crece de rápido así muere.
Crece en lugares acuosos e incluso pantanosos. Y su decocción baja la fiebre; y es que a nivel bioquímico este árbol es productor de salicina, que una vez en el cuerpo humano se convierte en ácido salicílico (una especie de aspirina natural).
La decocción de la corteza del sauce constituye un eficaz remedio contra el reuma, la gota y el lumbago, debido a que elimina el exceso de ácido úrico de los tejidos y tiene efectos analgésicos.
El ácido salicílico baja la fiebre al actuar directamente sobre el centro de regulación del cerebro medio. Su corteza también ha sido usada efectivamente contra la malaria.
Ventajas de la fitoterapia
Como ha quedado en evidencia, la fitoterapia es un sistema médico natural que aborda la enfermedad de manera integral y sistémica.
Una de sus principales ventajas consiste en que está dirigida a la sanación de la enfermedad y no solo de sus síntomas.
Por otra parte, el costo de los remedios fitoterapéuticos es mucho menor que el de los remedios farmacéuticos sintéticos convencionales.
Por último, su eficacia no solo está respaldada por tradiciones milenarias de casi todas las culturas que conocemos sino que actualmente son cada vez más los estudios científicos que avalan su efectividad. Y de hecho, la fitoterapia está aprobada por la OMS como una de las terapias alternativas que pueden ser usadas de forma legal.
Haciéndole contrapeso a lo mencionado anteriormente, hay que tener en cuenta que la creencia popular de que todo lo natural es bueno para la salud es falsa. Debe tenerse mucho cuidado al emplear la fitoterapia y evitar, si no se está capacitado, la automedicación.