La Medicina Tradicional China es ante todo una vía para prevenir la enfermedad a través de una adecuada relación con el cielo y la tierra. En efecto, cuando el microcosmos sigue el camino del macrocosmos, hay buena salud. Sin embargo, sobre todo en nuestra época, el humano sigue su propio camino, olvidado de las leyes universales y naturales. Es entonces cuando entra en escena la enfermedad y se hace necesario un sistema de diagnóstico que nos haga dar con la patología en particular que padece un paciente determinado. El diagnóstico en la Medicina Tradicional China, está enfocado en el naturalismo y en las características individuales de los pacientes.
El diagnóstico en la Medicina Tradicional China, naturalismo o los tres exámenes
Como la base de la MTC es el taoísmo, y el taoísmo es una filosofía naturalista; el diagnóstico en esta medicina también lo es. El chino antiguo era un humano que se comunicaba con el cielo a través de la intuición y con la naturaleza a partir de la observación.
La idea de una anatomía humana concebida a semejanza de la naturaleza: los 5 reinos mutantes, fue producto de una atenta y prolongada observación que debió llevarle a la cultura china varias generaciones y no pocas revelaciones. Del mismo modo está concebida la observación que da origen al diagnóstico en la Medicina Tradicional China.
Así, a partir de tres de los sentidos humanos (vista, oído y tacto), como también de la intuición, el terapeuta en MTC llega a un diagnóstico y determina la naturaleza de la enfermedad.
La vista para observar al paciente. El oído para escucharlo. El tacto para tomar el pulso. Es esto lo que se conoce en MTC como los tres exámenes.
La observación visual
La vista sirve para advertir el color de la tez, la coraza caracterológica, el brillo u opacidad de los ojos y cómo se muestra la lengua. En cursos de medicina se pueden estudiar con más detalles estos aspectos.
El aspecto
Lo primero que el médico va a observar es el aspecto general del paciente, lo que incluye su coraza caracterológica, que es la forma en que el carácter de la persona se expresa a través de la posición corporal.
Luego se pondrá atención a otros aspectos, por ejemplo, si el individuo manifiesta fortaleza. En este caso se supondrá que hay órganos igualmente robustos y se tendrá presente que su patología pueda tener como origen general el exceso. Si la persona por el contrario, se ve débil, esta misma constitución se supondrá en su anatomía interior y se inferirá insuficiencia como causa probable de la enfermedad.
También es importante observar los ojos del paciente, su mirada. La medicina china establece que unos ojos brillantes y una mirada firme nos hablará de un Qi fuerte, yang. Mientras que ojos opacos y mirada débil o distante referirá una fuerza vital escasa, yin.
El color de la tez
La zona más yang del cuerpo humano es la piel, pues es su órgano más externo, el que está más expuesto a la luz. Y como en la cara es donde se manifiestan los doce canales energéticos, en el color del rostro va a haber una información muy importante para efectuar un diagnóstico adecuado.
Cada reino mutante, y por ende, cada órgano, posee un color característico:
Y como cada órgano con su color se manifiesta en la cara, con una atenta observación podemos conocer el origen de la enfermedad, así como las cualidades del Qi y la sangre de cada reino. Obviamente habrá que tener en cuenta las características raciales del paciente y la incidencia de las condiciones climáticas. Pero en términos generales un rostro húmedo y brillante habla de una persona saludable.
Si la persona está enferma, pero la calidad de la tez es de buen aspecto, indica que la patología no es grave y que el paciente se podrá recuperar fácilmente.
Un rostro marchito, en cambio, macilento, opaco y sin humedad, referirá enfermedad de larga data y en ocasiones de gravedad.
Lo que la MTC denomina un color sonrosado: mezcla de amarillo, blanco y rojo, será el color ideal.
En cambio, una tez negra alrededor de los ojos referirá alguna patología del riñón. Cuando el color de la piel tiende a ser verde-azul estaremos muy probablemente ante una afección del hígado. Por otra parte, cuando la tez se percibe pronunciadamente roja, sobre todo en los pómulos, será el corazón el que este afectado. El rostro amarillento dirá de un bazo enfermo. Finalmente, un rostro blanco pálido nos estará hablando de alguna patología respiratoria.
La lengua
El examen de la lengua es de capital importancia en el diagnóstico en medicina china. La MTC distingue dos elementos primordiales en la lengua: su tejido y la saburra con la que esta se halla revestida.
En el tejido de la lengua se pondrá atención al color y a la humedad. Una lengua sana es rojo pálido y suavemente húmeda. Este color y este nivel de humedad son el resultado de una cantidad de sangre abundante que llega hasta el órgano por medio de un Qi que la conduce de manera armónica.
Entre las tonalidades de rojo que puede poseer la lengua, los tonos más acentuados refieren patologías por exceso yang, mientras que los tonos más leves por debajo del normal nos hablan de patologías por deficiencia, es decir, yin.
Por su parte la presencia de saburra en la lengua está regulada por la actividad del bazo y el sistema digestivo en general. Cuando la saburra es abundante se entiende que el estómago está comprometido.
En una persona sana la saburra no es abundante y suele estar distribuida de forma regular por toda la lengua. Aunque puede concentrarse en el centro de esta. Por otra parte, una saburra delgada habla de patologías yin mientras que una saburra seca nos dice que la enfermedad es yang.
Escuchar al paciente
En cuanto al sentido del oído del terapeuta en medicina china, debe estar atento a dos signos: la voz y la respiración. Voz débil y pocas palabras acusan debilidad, y por tanto, el origen de la patología es yin. Una voz fuerte, en cambio, y locuacidad, nos refiere a una patología yang.
Igualmente una respiración notoria es indicativo de patologías por exceso. Mientras que una respiración débil, superficial indican una afección por deficiencia.
Es importante señalar que los tratamientos que están destinados a una patología yin suelen cursar mejor con la adición de calor al organismo, como la moxibustión. En cambio los tratamientos que tienen como objetivo tratar el yang, se verán mejor correspondidos con la acupuntura.
Tomar el pulso
En cursos de medicina se hace énfasis en el diagnóstico por el pulso; y no es casual, pues es la forma de predecir una patología más conocida. Pero también una de las más difíciles de aprender a usar con maestría.
En Medicina Tradicional China se conocen cinco tipos de pulso: el pulso de agua, el pulso de madera, el pulso de fuego, el pulso de tierra y el pulso de metal.
Los elementos que se tendrán en cuenta para medir el pulso son: profundidad, velocidad y fuerza.
En cuanto a la profundidad se tendrá en cuenta que entre más superficial, la patología tenderá a ser más yang, mientras que los pulsos profundos dicen de enfermedades yin.
Con relación a la velocidad será lento el pulso con cuatro o menos latidos por respiración, y nos situará frente a una patología por deficiencia. Mientras que el pulso rápido es el que cuenta con más de cinco pulsaciones por respiración, y estará situando al diagnóstico en el estatus del exceso.
Con respecto a la fuerza del pulso, tenemos que el pulso vacío o débil denota una insuficiencia de Qi que deberá compensarse preferiblemente con calor. Contrariamente un pulso lleno o excesivo indica una patología yang que deberá tratarse con acupuntura.
Trascendencia del diagnóstico en Medicina Tradicional China
Finalmente, se comprende la necesidad de profundizar en el diagnóstico en medicina china si queremos atinar a un buen abordaje de la enfermedad. Estando atentos a la observación, escucha y tacto, podremos, no obstante, comenzar con buen pie en este fascinante mundo del diagnóstico en MTC.